INTRODUCCIÓN:
El
concepto de higiene de la voz se refiere a una serie de indicaciones y consejos
que tienen como objetivo primordial resguardar la salud del órgano fonador,
evitando la manifestación de trastornos y lesiones laríngeas.
La higiene vocal son las normas
básicas que auxilian a preservar la salud vocal y a prevenir la aparición de
alteraciones y dolencias. Deben ser cumplidas por todos, y particularmente por
las personas que más utilizan su voz (Behlau & Pontes, 1993, citado en
Farías, 2007).
También se puede definir la higiene vocal como un proceso
destinado a lograr el auto-cuidado de la voz, especialmente útil para personas que utilizan su voz como instrumento
de trabajo.
La higiene es en esencia
medicina preventiva. Por lo tanto, higiene vocal significa práctica vocal, que
resulta saludable con conductas vocales que no dañan o abusan la laringe1.
PREVENIR
LOS PROBLEMAS DE LA VOZ:
La
higiene vocal es necesaria en aquellas personas que manifiestan trastornos funcionales de la laringe generados a partir del uso
incorrecto o abusivo de la voz (mal uso y/o abuso vocal).
Estas
disfonías funcionales son un diagnóstico habitual en la consulta de terapia de
voz, en las cuales el factor predominante es el aumento de tensión muscular o
hiperfunción laríngea.
En este sentido, las disfonías funcionales requieren un
correcto trabajo muscular encaminado al logro de una voz eufónica (normal), más un plan de higiene vocal en el marco de un tratamiento de reeducación logopédico.
Ciertos
hábitos serán perjudiciales para la salud de la voz, por ejemplo,
fumar, gritar, carraspear, abusar del teléfono, etc. Se informará al paciente
de sus efectos negativos sobre la voz
y deberán ser respetados durante toda la terapia.
Por el contrario, otros hábitos y acciones actuarían en forma
preventiva para la salud de la voz, por ejemplo, el incremento de la
hidratación, los reposos vocales parciales, etc.
Todas estas indicaciones y recomendaciones se
explican y prescriben al paciente luego de la valoración y según las
necesidades de cada caso, personalizando
así su programa de higiene vocal.
Las normas de higiene vocal abarcan distintas áreas y pueden ayudar en la creación de hábitos cotidianos de vida. Se refieren a la prevención de problemas que pueden afectar la voz, no limitándose solo al cuidado del aparato vocal, sino también al de otros órganos y funciones que puedan intervenir indirectamente, colaborando en su buen funcionamiento2.
A continuación se ofrecen
algunas pautas generales para
mantener una voz sana.
PRINCIPALES
HÁBITOS DE HIGIENE DE LA VOZ:
Evitar los gritos y el
volumen alto constante.
Limitar el tiempo diario de
habla y el uso del teléfono.
Resolver el diagnóstico de
bruxismo con su odontólogo.
Controlar o eliminar el
consumo de tabaco, alcohol y drogas.
Evitar la voz susurrada ya
que genera un mayor esfuerzo vocal.
Suprimir el hábito del
carraspeo y la tos para aclarar la garganta.
Realizar reposo vocal
después de una jornada de gran uso de la voz.
Descansar y dormir suficiente,
al menos entre 7 y 8 horas de sueño por día.
Disminuir la comunicación
en entornos ruidosos o si está lejos de su interlocutor.
Utilizar micrófono si debe
hablar ante un auditorio grande o en espacios abiertos.
Evitar los ambientes muy
secos, con calefacción elevada o con refrigeración excesiva.
Informar a su médico o consultar
al otorrinolaringólogo si padece reflujo gastroesofágico.
Procurar una hidratación
laríngea óptima bebiendo un mínimo de 8 (ocho) vasos de agua al día.
Mantener una postura
corporal adecuada mientras utiliza su voz con la cabeza y el cuello relajados.
No imitar voces y si debe
hacerlo profesionalmente (doblajes) realizar entrenamiento vocal con logopeda.
Hablar en un tono claro y
óptimo, evitando hablar muy agudo o muy grave, puede dañar el mecanismo vocal.
CUIDAR
LA HIGIENE VOCAL:
Este
programa de cuidados e higiene vocal puede ser empleado como medida preventiva por
toda persona que utiliza su voz como herramienta primaria de trabajo.
La planificación del
cuidado vocal se integra en el tratamiento
de reeducación de la voz y se adapta al diagnóstico y las necesidades socio
laborales del consultante.
Este plan de cuidados vocales se
personaliza en función de las alteraciones de la voz que el logopeda/fonoaudiólogo
observa durante la evaluación de cada paciente.
La higiene vocal puede
constituir el programa de rehabilitación de un paciente o ser parte de él1.
Es evidente que cuando la
persona comprende los hábitos que son perjudiciales para su voz, comienza progresivamente a modificar y eliminar
dichas conductas que redundarán en su salud vocal y calidad de vida.
El tabaco es la causa de varias enfermedades de las cuerdas vocales, por este motivo, evite fumar o ser un fumador pasivo.
Debiera saber que el cáncer de laringe es más frecuente en las
personas con hábito tabáquico.
El consumo prolongado de
tabaco engrosa el epitelio superficial y acarrea metaplasia escamosa, edema e
inflamación submucosa. El alcohol causa irritación en todo el tracto vocal. Las
drogas como la cocaína lesionan cualquier región del tracto con la alteración vocal
consecuente3.
BIBLIOGRAFÍA:
- Jackson, Menaldi, C. La Voz Patológica. Editorial Panamericana. Buenos Aires, Argentina. 2002.
- Segre R., Naidich S. Principios de Foniatría. Editorial Médica Panamericana. Buenos Aires, Argentina, 1981.
- Farías, P. Ejercicios que restauran la función vocal. Editorial Akadia. Buenos Aires, Argentina. 1ª edición 2007.