INTRODUCCIÓN:
El tratamiento de los pacientes con disfagia orofaríngea (DO) está
encaminado a conseguir una alimentación por vía oral, total, parcial o
terapéutica, esta última con supervisión y apoyo fonoaudiológico o logopédico.
La recuperación de la alimentación exclusivamente oral se fundamentará en las características
del paciente, es decir, que estará vinculada a la eficacia y seguridad de su deglución, en ausencia de riesgo de
aspiración alimentaria.
En las dos entradas anteriores (Parte I y II)
citaba a los miembros del equipo multidisciplinar y señalaba que la actuación logopédica es inherente a
los pacientes con trastornos de la deglución orofaríngea, ya sea de tipo
funcional (motora) o mecánica (obstructiva), motivo por el cual se abordará en
exclusiva en el presente artículo.
Recordemos que la DO “surge como consecuencia de la
disfunción de la fase orofaríngea de la deglución o del esfínter esofágico
superior (EES), apareciendo cuando existen alteraciones de las estructuras
anatómicas, nerviosas o musculares que intervienen en la deglución, lo que
determinará un obstáculo, mecánico, en el primer caso, o funcional (por mala elaboración
del bolo en la cavidad oral, debilidad de la contracción faríngea y
alteraciones en la relajación del EES) que condiciona un mal vaciamiento
orofaríngeo”1.
En el caso de la disfagia esofágica, se aplicará la
técnica adecuada de acuerdo a la etiología de la misma2. Los
pacientes con alteraciones a este nivel serán manejados médicamente, ya que la
fase esofágica de la deglución no es susceptible a ningún tipo de ejercicio
terapéutico, como lo explicaba en: LA DISFAGIA (Parte I): “BASE ANATÓMICA Y FISIOLÓGICA DE LA DEGLUCIÓN”
En el diagnóstico y tratamiento de la DO es muy
importante la actuación y coordinación
interdisciplinaria debido a la variada sintomatología que acompaña a este
trastorno deglutorio, por esta razón, los pacientes suelen acudir a diversos
profesionales hasta confirmar que padecen disfagia. A continuación, se analizan
y describen las diferentes estrategias
de intervención desde el punto de vista médico y rehabilitador, que pueden
ser aplicadas actualmente a los pacientes con alteración de la deglución
orofaríngea.
LAS ESTRATEGIAS DE
INTERVENCIÓN:
El objetivo principal de cualquier estrategia de tratamiento para un
paciente disfágico es conseguir una alimentación oral con una deglución segura
mientras se mantienen una hidratación y nutrición adecuadas3.
Soifer
L. & Dima G. dicen: “En la actualidad la tendencia en el manejo de la
disfagia orofaríngea es la creación de las “Unidades de disfagia” (swallowing
centers), donde un grupo multidisciplinario (gastroenterólogos,
otorrinolaringólogos, neurólogos, médicos rehabilitadores, radiólogos,
fonoaudiólogos, nutricionistas y enfermeras especializadas) cubre el espectro
de las necesidades diagnósticas y terapéuticas de los pacientes con estos
trastornos, de acuerdo a criterios comunes”2.
Ortíz Bellver V. y
Clavé Civit P. (2011) en Tratamiento de
las enfermedades gastroenterológicas4, afirman lo siguiente: Las
estrategias de tratamiento de la disfagia orofaríngea se agrupan en 4 grandes
grupos: a) tratamiento rehabilitador (estrategias posturales, incremento
sensorial, praxias neuromusculares y maniobras específicas); b) modificación de
las características del bolo: volumen y viscosidad; c) gastrostomía endoscópica
percutánea, y d) procedimientos quirúrgicos sobre el EES.
Con carácter general, la terapia deglutoria se programará a partir de los resultados que
arrojen las exploraciones clínicas y las exploraciones complementarias
específicas (VFS y MFE), temas abordados en LA DISFAGIA (Parte II): “ETIOLOGÍA. SINTOMATOLOGÍA. DIAGNÓSTICO” se sugiere al lector su consulta.
De acuerdo con Bascuñana Ambrós H. y Gálvez
Koslowski S. (2003): “La decisión de tratar a un paciente disfágico debe estar
fundamentada en: diagnóstico, pronóstico, respuesta a las estrategias
compensatorias, capacidad para seguir órdenes, función respiratoria, presencia
o no de cuidador y motivación del paciente”3. Esta última sumada al
interés no solo del paciente sino también de su familia, serán factores a tener
en cuenta durante todo el proceso terapéutico de la deglución patológica.
Según Nazar G., Ortega A., Fuentealba I. (2009) “La
rehabilitación de la disfagia es realizada principalmente por el equipo de
fonoaudiología, contando con el apoyo de fisiatras, nutricionistas, kinesiólogos
y terapeutas ocupacionales”5. El programa de reentrenamiento de las
alteraciones deglutorias combina dos tipos de estrategias terapéuticas que son:
las técnicas compensatorias y las
técnicas de tratamiento propiamente dichas.
Las técnicas
de compensación suelen ser las primeras en utilizarse (tras el diagnóstico)
y están controladas inicialmente por el logopeda y posteriormente por el
cuidador o la familia debidamente entrenados, por lo tanto, no necesitan la
colaboración activa del paciente. Estas técnicas están diseñadas para disminuir
o eliminar los síntomas de disfagia sin cambiar la fisiología de la deglución,
característica que favorece su aplicación en pacientes de todas las edades y
niveles cognitivos.
Las técnicas
de tratamiento en cambio, modifican la anatomía y/o la fisiología de la
deglución y suelen precisar la colaboración del paciente por tratarse de una
terapia deglutoria. La capacidad cognitiva del sujeto desempeñará un papel
fundamental, ya que determinadas maniobras deglutorias requieren la capacidad
de seguir órdenes de complejidad creciente y una práctica diaria para lograr su
aprendizaje y posterior automatización.
En resumen, “las técnicas de tratamiento están diseñadas para cambiar la fisiología
de la deglución en contraposición a las maniobras compensatorias que intentan
suprimir los síntomas de disfagia”3.
Es
evidente que en el abordaje de la deglución patológica se deben emplear
aquellas estrategias terapéuticas que posibiliten una deglución sin residuos
orales o faríngeos y sin riesgo de aspiración, valorando periódicamente la
eficacia del tratamiento. “La aplicación de programas de diagnóstico y
tratamiento de la disfagia orofaríngea ocasiona una importante reducción de la
incidencia de neumonías por aspiración y la mejora del estado nutricional”4.
Cuando
por el diagnóstico y el pronóstico se decide que el paciente puede ser
candidato a un tratamiento de su disfagia hay que evaluar su respuesta a las
técnicas compensatorias, ya que si el paciente es capaz de realizarlas
correctamente, puede eliminar totalmente sus síntomas de disfagia y realizar
una dieta oral segura que permita mantener su hidratación y nutrición3.
Dice Nazar M. G. y cols. (2009) La rehabilitación
fonoaudiológica de la deglución se divide en5: a) Tratamiento indirecto: Se realiza sin alimentos y consiste en
ejercicios para mejorar motricidad oral, faríngea y laríngea. Se realiza
deglución de saliva y estimulación termal y con sabores. Se enseñan maniobras
que previenen la aspiración, como es la doble deglución.
b)
Tratamiento directo: Con alimento, incluye ejercicios motores orales, técnicas posturales
compensatorias, maniobras de deglución y modificación de la dieta. En algunos
casos puede ser necesario el uso de dispositivos que faciliten la alimentación,
como cucharas de goma, pocillos hondos, vasos que prevengan el derrame de
líquidos, etc.
Como se señaló anteriormente, “las estrategias de tratamiento se pueden clasificar en dos grandes
grupos: las técnicas de compensación y las técnicas propiamente de tratamiento”3,
ambos procedimientos de intervención serán analizados a continuación.
TÉCNICAS
COMPENSATORIAS
Dentro de las técnicas
de tratamiento compensatorias se incluyen: a) cambios posturales, b)
modificación del volumen y velocidad de administración del bolo, c)
modificaciones de la textura alimentaria, d) utilización de prótesis
intraorales, y e) técnicas de incremento sensorial3. Las estrategias
de incremento sensorial oral son mencionadas por varios autores2, 3, 4, 5
y por este motivo, se explican a modo de ejemplo.
Incremento
sensorial oral: Las técnicas de incremento
sensorial tienen el propósito de aumentar la sensación de la cavidad oral
antes de la deglución y disminuir cualquier retraso entre la deglución oral y
la faríngea3. Son útiles
en pacientes con apraxia o alteraciones de la sensibilidad oral (muy frecuente
en pacientes ancianos)4. Asimismo,
se utilizan ante la presencia de “…agnosia táctil para la comida, retraso en el
inicio de la deglución oral, disminución de la sensibilidad oral y retraso en
el disparo de la deglución faríngea”3. La mayoría de estrategias de incremento sensorial comprenden la
estimulación mecánica de la lengua, modificaciones del bolo (volumen,
temperatura, y sabor) o la estimulación mecánica de los pilares faríngeos4.
Como técnicas de incremento sensorial se encuentran:
a) realizar presión con la cuchara contra la lengua cuando se introduce la
comida en la boca; b) utilizar sabores ácidos; c) usar bolos fríos; d)
presentar un bolo que requiera masticación; e) dar bolos de volúmenes grandes
(3 ml o más); f) permitir la autoalimentación para que el movimiento mano-boca
proporcione estímulo sensorial adicional; g) realizar estimulación táctil y
térmica; y h) utilizar la succión-deglución3. El agregado de ácido cítrico a los alimentos mejora el reflejo de
deglución2. Los sabores
ácidos, como el del limón o la lima, o las sustancias frías (helado, hielo)
desencadenan el mecanismo de la deglución y pueden reducir el número de
aspiraciones4.
TÉCNICAS DE
TRATAMIENTO
En las técnicas de tratamiento se incluyen métodos
para mejorar la movilidad de las estructuras orales y faríngeas, para mejorar
el control del bolo, para aumentar la sensibilidad previa a la deglución y así
disparar con más rapidez el reflejo faríngeo, o para controlar de forma
voluntaria la movilidad orofaríngea durante la deglución3. Dentro de
estas técnicas de tratamiento se hallan las maniobras deglutorias específicas, utilizadas con frecuencia en los
centros de rehabilitación o swallowing
centers y mencionadas en la bibliografía sobre el tema.
Maniobras deglutorias:
El programa
de rehabilitación del paciente disfágico incluye una serie de maniobras
deglutorias que se enumeran en la Tabla 1. “Las maniobras deglutorias están diseñadas para situar bajo control
voluntario ciertos aspectos concretos de la deglución faríngea”3 y
el paciente debe ser capaz de aprenderlas y realizarlas de forma automatizada. Se
suelen utilizar de forma temporal hasta que la deglución del paciente se
recupera. “Estas maniobras deben
enseñarse paso a paso utilizando como bolo la propia saliva del paciente y
deben practicarse de forma repetida hasta que se realicen correctamente”3.
Las maniobras de deglución consisten en combinaciones
de cambios posturales, ejercicios musculares y técnicas respiratorias que
permiten realizar una deglución más segura al compensar las alteraciones
presentes en el proceso5. En algunos casos el paciente debe combinar
una técnica postural con una maniobra deglutoria para obtener una deglución
segura y eficiente3. El efecto terapéutico de estas estrategias es
moderado, su aplicación requiere un paciente cognitivamente íntegro y
colaborador, y los efectos son evidenciables a medio y largo plazo4.
Recordemos que cada una de las maniobras
deglutorias tiene un objetivo específico para cambiar un aspecto concreto de la
fisiología deglutoria y por esta razón, precisan la colaboración del paciente
para su ejecución. Las mismas se enuncian en la siguiente tabla y se explican
los motivos para el que fueron creadas.
Tabla 1: Maniobras
deglutorias específicas
DEGLUCIÓN SUPRAGLÓTICA
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Maniobra diseñada para actuar en los casos de
disminución del cierre de las cuerdas vocales (CV) o frente al retraso del
disparo del reflejo deglutorio faríngeo. El objetivo de esta maniobra es
lograr el cierre de las CV antes y durante la deglución. Este
mantenimiento voluntario de la apnea (cierre de CV), evitará aspiraciones al
árbol traqueobronquial.
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DEGLUCIÓN
SUPER-SUPRAGLÓTICA
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Esta maniobra ha sido creada para aquellos casos que
presentan disminución del cierre de la entrada a la vía aérea. El objetivo de
esta técnica es conseguir que el paciente cierre
su vía aérea antes y durante la deglución. “El mantenimiento forzado de
la apnea bascula los aritenoides hacia delante y cierra la vía aérea antes y
durante la deglución. También aumenta la retracción de la base de la lengua”3.
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DEGLUCIÓN DE ESFUERZO O
FORZADA
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Maniobra dirigida a compensar la disminución del
movimiento posterior de la base de la lengua. El efecto terapéutico del esfuerzo
realizado por la lengua favorece su retracción y la propulsión del bolo hacia
la hipofaringe, reduciendo o evitando los residuos en la vallécula después de
la deglución.
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DOBLE DEGLUCIÓN
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Su objetivo es minimizar el residuo
postdeglutorio antes de realizar una nueva inspiración. Útil en pacientes con
residuo postdeglutorio (citado en REV ESP ENFERM DIG 2004; 96(2): 119-131).
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MANIOBRA DE MENDELSOHN
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Diseñada para incrementar la movilidad de la
laringe (adelante-arriba) y optimizar la coordinación global de la deglución.
El mantenimiento de la elevación laríngea de forma voluntaria y prolongada
(tras deglutir) favorece la apertura del EES y su duración, contribuyendo a
mejorar el tiempo de la deglución faríngea.
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MANIOBRA DE MASAKO
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Esta maniobra ha sido creada para los casos que
presentan disminución de la contracción de la pared posterior de la faringe.
Se instruye al paciente para que trague con la lengua sujeta entre los
dientes, con el objetivo de “ejercitar el músculo glosofaríngeo, responsable
de la retracción de la base de la lengua y del desplazamiento anterior de la
pared faríngea posterior”3.
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Estas estrategias (maniobras) deglutorias han sido
diseñadas para situar bajo el control voluntario determinados aspectos
concretos de la deglución patológica y el paciente debe ser capaz de
aprenderlas y realizarlas automáticamente, motivo por el cual se enseñan paso a
paso para que cumplan con su objetivo terapéutico. “Las más importantes son la
deglución supraglótica, la super/supraglótica, la deglución de esfuerzo o forzada,
la doble deglución y la maniobra de Mendelsohn”4. El objetivo
primordial de dichas maniobras es mejorar la eficacia y la seguridad
de la deglución; sin embargo, su práctica fuera de las comidas se transforma en
un excelente ejercicio muscular de los órganos implicados en la deglución al
utilizar como bolo la saliva del paciente.
Mora Miguel F. y Peña Aldea A. (2006) refiriéndose
al tratamiento de la DO consideran que “Si la disfunción no impide la
alimentación oral, está indicado, según la información obtenida, realizar las
modificaciones apropiadas en la dieta (variación del espesor del alimento),
maniobras deglutorias (deglución supraglótica, maniobra de Mendelsohn), ajustes
posturales (inclinación/giros de la cabeza) o técnicas que faciliten la deglución”1.
Independientemente de las técnicas compensatorias
y/o de tratamiento (terapia indirecta y directa) empleadas por l@s logopedas y fonoaudiólog@s de las unidades o centros de disfagia donde se
trata al paciente, la decisión diagnóstico-terapéutica suele basarse en
rigurosos criterios clínicos. En dicho proceso se deben contemplar la patología
de base del paciente y el pronóstico (entre otros factores individuales) para
lo cual existen algoritmos
diagnósticos y terapéuticos1, 2, 4 que facilitan la personalización
de la terapia orofaríngea, encaminada a lograr una deglución segura y eficaz o,
por el contrario, la indicación de una vía no oral de alimentación.
Es fundamental el entrenamiento de familiares y
cuidadores sobre las técnicas a incorporar durante la alimentación del
paciente, para así mantener controlado el riesgo de eventos aspirativos una vez
que el paciente regrese a su hogar5.
Sección
transversal de cabeza, cuello y tórax
|
En la imagen se aprecian las diferentes áreas implicadas en el proceso de la deglución normal: la cavidad oral, la faringe y el esófago con sus esfínteres (superior e inferior). Estas estructuras permiten el transporte óptimo del material deglutido desde la boca hasta el estómago, en condiciones de integridad anatómica y neurológica, es decir, en ausencia de cualquier causa orgánica o funcional que genere disfagia.
El reentrenamiento de la deglución patológica cuando el paciente ha estado durante un período determinado en régimen 0 de alimentación oral, requiere la valoración de la eficacia del tratamiento y el riesgo de aspiraciones. Para comprobar la tolerancia del paciente o las posibles dificultades ante el reinicio de la dieta por vía oral, “se indica una ingesta terapéutica, que corresponde a la administración de alimento asistida por el fonoaudiólogo y con estricto control de saturación de O2, aumento de secreciones y signología aspirativa”5.
En el marco del tratamiento de la DO Bascuñana Ambrós H, et al (2003)3 proponen diversas estrategias terapéuticas, varias recomendaciones, consejos a familiares o cuidadores del paciente y una Guía general para una deglución segura, la que se cita a continuación:
Sedestación
con caderas flexionadas a 90°. Bolos de
comida pequeños. Retirar las
pajitas. Descansar
entre bocados. Mantener
sedestación durante 30 a 60 minutos tras la comida. No hablar
mientras se come. Evitar las
distracciones.
Al ser dado de alta, al paciente y su familia se le
entregan por escrito una serie de consejos de alimentación: consistencia de
sólidos y líquidos, posición de la cabeza y del cuerpo, necesidad de ayuda y/o
supervisión, etc5.
CONCLUSIONES:
El objetivo del tratamiento de la disfagia orofaríngea
es el mantenimiento de la vía oral mientras sea posible mantener el estado
nutricional y evitar las complicaciones respiratorias4.
En el presente artículo se realizó una descripción
general de las estrategias de tratamiento
disponibles en la actualidad para ser empleadas por el equipo multidisciplinar de
disfagia, cuyo objetivo es orientar y/o cubrir las necesidades terapéuticas de
estos pacientes. También, se efectuó una exposición somera de las técnicas compensatorias y de tratamiento
que pueden aplicarse simultáneamente en el abordaje de cada paciente, procedimientos
vinculados al quehacer de logopedas y
fonoaudiólog@s. El lector o terapeuta interesado en profundizar los temas
antes tratados, puede hacerlo consultando las Referencias Bibliográficas.
La mejor práctica clínica actual consiste en la
selección del tratamiento de los pacientes con disfagia en función de la
gravedad de las alteraciones de eficacia y seguridad identificadas durante el
estudio funcional: a) los pacientes con alteraciones discretas de la eficacia y
una correcta seguridad pueden seguir una dieta libre; b) los pacientes con
alteraciones moderadas requieren cambios destinados a disminuir el volumen e
incrementar la viscosidad del bolo alimentario; c) los pacientes con alteraciones
graves van a requerir además técnicas del tipo postural, maniobras activas e
incremento sensorial oral, y d) existe un grupo de pacientes con alteraciones
tan graves que no es posible tratarlas mediante la aplicación de las técnicas
de rehabilitación, en los que la vía oral no es posible y es necesaria la
colocación de una gastrostomía endoscópica percutánea4.
Durante todo el proceso de rehabilitación se impone
la necesidad de valorar la eficacia
y eficiencia del tratamiento, así
como dedicar un tiempo determinado para instruir a la familia y cuidadores del
paciente sobre consejos de alimentación, precauciones, control postural, higiene
bucal, etc. Resumiendo, “en el tratamiento de la disfagia se incluyen recomendaciones
nutricionales y de consistencia alimentaria, técnicas posturales, maniobras
deglutorias, varios ejercicios, sistemas de control del entorno y la valoración
cognitiva-conductual del paciente”3.
En el proceso de diagnóstico y tratamiento del paciente con DO participan los
diferentes miembros del equipo multidisciplinario: médicos especialistas,
cirujanos, rehabilitadores, radiólogos, nutricionistas, logopedas, personal de
enfermería, entre otros. También, es necesaria la implicación de los familiares
y cuidadores del paciente en dicho proceso, para que se continúen adecuadamente
en el hogar los objetivos terapéuticos y las recomendaciones dadas por todo el
equipo antes mencionado.
Abreviaturas:
CV: cuerdas vocales
DO: disfagia orofaríngea
EES: esfínter esofágico
superior
MFE: manometría
faringoesofágica
VFS: videofluoroscopia
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
- F. Mora Miguel y A. Peña Aldea. Disfagia orofaríngea. Tratamiento de las enfermedades gastroenterológicas. 2ª Edición. Sección I: Esófago. 1. Asociación Española de Gastroenterología (AEG) 2006. Disponible en: http://www.manualgastro.es/manualgastro/pdf/221v1n2a13081616pdf001.pdf
- Soifer L. y Dima G. Disfagia. Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE). Educación a distancia. Columna de expertos. Accesible en: http://www.sage.org.ar/nueva/educ_expertos.php
- H. Bascuñana Ambrós y S. Gálvez Koslowski. Tratamiento de la disfagia orofaríngea. Rehabilitación (Madr). 2003;37:40-54. Accesible en: http://zl.elsevier.es/es/revista/rehabilitacion-120/sumario/vol-37-num-01-13002042
- V. Ortíz Bellver y P. Clavé Civit. Disfagia orofaríngea y trastornos motores esofágicos. Tratamiento de las enfermedades gastroenterológicas. 3ª Edición. Sección I. Esófago. Capítulo 1. Asociación Española de Gastroenterología (AEG) 2011. Disponible en: http://www.elsevierinstituciones.com/ficheros/booktemplate/9788475927220/files/Capitulo1.pdf
- Nazar M. G., Ortega T. A., Fuentealba M. I. Evaluación y manejo integral de la disfagia orofaríngea. REV. MED. CLIN. CONDES - 2009; 20(4) 449-457. Disponible en: http://www.clc.cl/Dev_CLC/media/Imagenes/PDF%20revista%20m%C3%A9dica/2009/4%20julio/449_DISFAGIA_OROFARINGEA-9.pdf
Muy buena exposicion, gracias
ResponderEliminar
ResponderEliminarEstudie logopedia ya hace mas de 15 años, y ahora que deseo ejercer como Logopeda estoy haciendo un Master para actualizarme, pero me maravilla descubrir trabajos como el tuyo que me permite revisar conceptos que tenía adormecidos y que en tu blog encuentro estructurados.
Muchas gracias por tu labor!