INTRODUCCIÓN:
Abordar el
tema de la prevención en Logopedia
tiene por objetivo resaltar la
importancia de actuar a tiempo para evitar la instalación de un trastorno o
alteración que derive en un obligado
tratamiento logopédico.
En
aquellos casos donde la alteración ya está instalada (ej. trastornos de
la voz, disfunción orofacial, etc.) trataremos de minimizar el impacto en la salud y calidad de vida del paciente
mediante una reeducación o rehabilitación personalizada.
El
desconocimiento sigue siendo en la actualidad un factor habitual que retrasa la
consulta al logopeda.
Es bien
sabido que la educación es la base de la prevención, por
tanto, parte de nuestra tarea consiste en orientar
y asesorar al paciente sobre el motivo de su consulta, situación que se
mantiene activa a lo largo de la terapia y, de ser necesario, se transfiere a familiares y cuidadores.
Entre las
múltiples funciones del logopeda destacan
la información y orientación terapéutica
al paciente o familia, la educación
previa a la instalación de patologías (ej. educación vocal), así como la prevención de trastornos y alteraciones en todas las áreas de la comunicación humana: lenguaje,
habla, voz, audición y funciones orales no verbales.
Es
evidente que una persona bien
informada es más colaboradora durante el tratamiento y replica mejor en su
hogar las indicaciones dadas por su terapeuta, situación que favorece
la evolución y el resultado final.
En este
sentido, las logopedas/fonoaudiólogas como agentes de salud debemos
dotar al paciente de la información
vinculada a la causa de su visita, utilizando para ello todos los recursos
disponibles (bibliografía, videos, etc.) que le ayuden a comprender su problema
actual.
Como profesionales sanitarios nuestra misión también es impartir información adecuada a cada persona que solicita nuestros
servicios y al conjunto de la población, porque la educación colectiva favorece el proceso de prevención
y minimiza la actuación del logopeda.
FIGURA 2: RESPIRACIÓN
ORAL |
SIGNOS DE ALERTA EN LA POBLACIÓN INFANTIL:
Sabemos
que cada menor avanza de acuerdo a su propio ritmo, sin embargo, hay
ciertos signos y síntomas que son un claro motivo de consulta al
logopeda.
Entre los diagnósticos habituales se pueden
mencionar el retraso simple del lenguaje, alteraciones de la
articulación (dislalias), trastornos de la voz (disfonías),
respiración oral, trastornos de la fluidez verbal (disfluencia, tartamudez), deglución
disfuncional, etc., como lo describía en LOGOPEDIA: “PREGUNTAS FRECUENTES” en el apartado ¿QUÉ TRASTORNOS Y ENFERMEDADES
ATIENDE UN LOGOPEDA EN EL ÁMBITO INFANTIL?
Es fundamental detectar a
tiempo los signos de alerta en el
desarrollo comunicativo y la existencia de alteraciones que requieran la actuación
del logopeda o la derivación al
profesional pertinente (Otorrinolaringología, Neurología, Ortodoncia, etc.).
Los
menores entre los 0-6 años presentan, con carácter general, las
siguientes características en su
desarrollo evolutivo normal (síntesis):
Entre
los 0 y 4 meses: Emiten algún tipo de sonido.
Entre
los 4 y 8 meses: Aparece el balbuceo o laleo.
Entre
los 8 y 12 meses: Producen sonidos con intención comunicativa.
Entre
los 12 y 18 meses: Producen palabras con significado.
Entre
los 18 y 24 meses: Utilizan la palabra frase para comunicar lo que
quieren. Acepta bien la dieta sólida y mastica.
Entre
los 24 y los 30 meses: Construyen frases de 2 palabras. Mastica sin
dificultad. Respira bien por la nariz y no tiene mocos frecuentemente.
Entre
los 30 meses y los 3 años: Estructuran bien frases de 3 o más elementos. Ha
dejado de utilizar chupetes y biberones.
Entre
los 3 y 4 años: Utilizan las oraciones complejas. Pronuncia bien
la mayoría de los sonidos.
Entre
los 4 y 5 años: Pronuncian correctamente todos los sonidos del
habla de forma aislada. Deglución madura (traga sin enseñar la lengua). Respira
por la nariz con la boca cerrada. Normalmente presenta una voz sin alteraciones
(disfonía, ronquera, afonía).
Entre
los 5 y 6 años: Pronuncian bien todos los sonidos al hablar y se
explican correctamente. Ha iniciado una adquisición correcta de la
lectoescritura.
DISFUNCIONES OROFACIALES |
¿CÓMO DETECTAR ALTERACIONES DE LAS FUNCIONES OROFACIALES?
Durante la
etapa de educación primaria (y antes también) los niños necesitan que sus funciones orofaciales respondan
fisiológicamente (sin trastornos) y que el desarrollo del habla y lenguaje acompañe la exigencia y
el ritmo educativo de cara al proceso de lectoescritura.
Recordemos
que las funciones orofaciales que se desarrollan en la zona oral son: la respiración, succión, deglución,
masticación y fonoarticulación, estas dos últimas son funciones
aprendidas.
Cuando estas
funciones no se realizan adecuadamente se
convierten en disfunciones
orofaciales, produciendo una serie de consecuencias en cadena a
nivel óseo, muscular y funcional.
El acto fisiológico de
la respiración y deglución aseguran un adecuado
crecimiento de la cara, el equilibrio muscular y el normal desarrollo de las
funciones orofaciales.
Por el contrario, la respiración por boca (Fig. 2 Respiración oral) puede generar desequilibrio muscular y
disfunciones en cascada: deglución disfuncional, alteraciones de
articulación, trastornos de la voz y la resonancia, etc.
También,
el cambio de modo respiratorio de nasal
a oral acarrea otros numerosos trastornos como los descritos por Leech
(1958) síntesis:
- Posturas corporales atípicas.
- Aumento de las infecciones del aparato respiratorio.
- Labio superior hipotónico, corto y alto.
- Lengua en posición atípica, sin ejercer su función modeladora del paladar y con tonicidad alterada.
- Mala
oxigenación cerebral, que ocasiona dificultades de atención y concentración, con los
consiguientes problemas de aprendizaje.
Coincido con Pastor Vera (2008) que es imprescindible que los niños mantengan sus funciones
orofaciales inalteradas para que el proceso de desarrollo y crecimiento
facial se realice con normalidad.
En la Fig. 2 Respiración oral se
observa respiración de tipo oral que favorece la protrusión lingual. Imagen
tomada de Pastor Vera (2008) Introducción de Tesis
doctoral, citada en bibliografía.
DETECCIÓN PRECOZ - INTERVENCIÓN TEMPRANA |
¿A QUÉ EDAD INTERVENIR?
La intervención del
logopeda se debe realizar siempre que se
advierta cualquier retraso de tipo evolutivo, siendo la actuación temprana
la forma de garantizar el alcance de un desarrollo
normal.
El tipo de intervención ideal es aquella que se inicia apenas
se manifiestan los primeros síntomas, es decir, cuanto antes mejor para el niño/a
y el entorno familiar.
Si la familia tiene dudas acerca del momento oportuno, es conveniente
pedir asesoramiento al logopeda.
El/la logopeda tras valorar al menor o adolescente, podrá informar a la
familia a través de una devolución diagnóstica, si es el momento apropiado para
iniciar la intervención.
Solicitar una primera
entrevista o acceder a un diagnóstico
logopédico no es vinculante con el tratamiento, no obstante, cuanto antes se intervenga más
probabilidades habrá de corregir o rehabilitar el trastorno o alteración.
La actuación
del logopeda durante la niñez evitará la pérdida de plasticidad de los órganos fonoarticuladores,
que se afiancen las alteraciones y los efectos secundarios ligados al problema
inicial.
La atención temprana de 0-6 años, se
enmarca en la intervención global a menores y sus familias, siendo el logopeda un miembro más de los
equipos multidisciplinarios.
TRASTORNOS DE COMUNICACIÓN EN LA INFANCIA |
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN:
En la
infancia la
prevención y detección temprana de
alteraciones/trastornos, sumado al tratamiento
logopédico y multidisciplinario (ej. ortodoncia), va a garantizar resultados
duraderos sin reincidencias.
Además, la detección precoz y la intervención
temprana evitan que el menor sea víctima del conocido como bullying o acoso escolar.
Un niño con dificultades comunicativas que es
puesto en ridículo en la escuela, barrio o círculo social, llegará a Logopedia con otros síntomas añadidos al problema inicial.
Cuanto más se demore la intervención logopédica en los
trastornos de comunicación infantil, más graves serán los problemas del
habla y lenguaje, así como las alteraciones de conducta y aprendizaje asociadas
a estos trastornos o alteraciones.
Recordemos que los trastornos que atiende el logopeda se
manifiestan en todos los estadios de la vida y pueden ser congénitos (desde
el nacimiento), del desarrollo o adquiridos.
Por este motivo, exija siempre
ser atendido por un/una logopeda
titulada y colegiada porque es garantía de profesionalidad.
De igual modo, rechace y denuncie el intrusismo profesión
y todo ejercicio irregular de la Logopedia en el Colegio de Logopedas de su
Comunidad Autónoma.
La
educación, la coordinación interdisciplinaria y el trabajo en equipo con la
familia y el centro educativo, son acciones que benefician al paciente y
permite a los profesionales intervinientes una realimentación para un mejor
enfoque terapéutico en todas las edades.
Artículo
publicado el 2 de octubre de 2015,
revisado y actualizado por la autora en septiembre
de 2024.
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS:
- Zambrana Toledo González N, Dalva Lopes L. Logopedia y ortopedia maxilar en la rehabilitación orofacial. Tratamiento precoz y preventivo. Terapia miofuncional. Ed. Masson. Barcelona, España. 1ª ed. 1998.
- Pastor Vera, TV. Análisis correlacional de las secuelas estructurales y funcionales que son ocasionadas por la respiración oral y que condicionan la deglución. Tesis Doctoral [en línea]. Universitat Ramon Llull, Barcelona. 2008. Accesible en: http://hdl.handle.net/10803/9263
- Colegio de Logopedas de Cataluña. Tabla de detección de signos de alerta en el desarrollo comunicativo. Accesible en: https://www.clc.cat/es/publicacions/documents
- Colegio Oficial de Logopedas de Andalucía (COLOAN). Signos de alerta en el desarrollo comunicativo del niño. Accesible en: https://coloan.org/contenidos/25/que-es-un-logopeda/6902
- Blog de UNICEF España ¿Qué es el acoso escolar? Disponible en: https://www.unicef.es/blog/educacion/acoso-escolar