INTRODUCCIÓN:
La
disfagia se define como una alteración de la función de deglución que se puede
manifestar en cualquier lugar del recorrido del bolo alimenticio: desde la boca hasta el estómago. Se
trata de una dificultad para deglutir/tragar
los alimentos líquidos, semisólidos y/o sólidos.
Esta alteración no se
relaciona con un diagnóstico de enfermedad, sin embargo, constituye un síntoma de una determinada enfermedad.
La afectación puede
presentarse en la preparación oral del bolo o en el desplazamiento del alimento
desde la boca hasta el estómago1.
La disfagia se puede
clasificar desde un punto de vista topográfico en disfagia orofaríngea o esofágica2.
Los síntomas de disfagia se manifiestan en las todas las etapas de
la vida: en prematuros, neonatos, niños, adultos, tercera edad y como consecuencia de múltiples
patologías.
Los pacientes son
conscientes y describen el problema en detalles o, por el contrario, desconocen que padecen disfagia.
La disfagia se produce por
una variedad de enfermedades; alteraciones congénitas; estructurales o se
asocia al proceso natural de envejecimiento del individuo.
El envejecimiento por sí
mismo no causa disfagia evidente clínicamente, aunque hay cambios asociados a la edad que afectan a las diferentes fases de
la deglución1.
Su
modo de presentación es agudo como en los casos de un accidente
cerebrovascular o progresivo, deterioro
que se observa en las enfermedades neurodegenerativas: enfermedad de
Alzheimer; de Parkinson; Esclerosis Lateral Amiotrófica, Esclerosis Múltiple, etc.
Las personas con disfagia
suelen tener alterada la capacidad para realizar una óptima hidratación y
alimentación, situación que puede
derivar en graves cuadros de deshidratación y desnutrición.
La disfagia tiene
consecuencias sociales, económicas y una significativa morbimortalidad2.
Para arribar a un correcto
diagnóstico es necesario identificar las características anatómicas o
fisiológicas alteradas, en base a las cuales se planificará la intervención en
cada caso.
La terapia tiene por
objetivo mejorar o compensar las
alteraciones funcionales o estructurales que presente el paciente,
incluyendo recomendaciones nutricionales y
reeducación de la deglución.
La
realización de los ejercicios de recuperación la llevará a cabo idealmente el
logopeda1.
Dentro del equipo de
profesionales que trata al paciente con disfagia, la actuación del logopeda/fonoaudiólogo posee un gran valor y
utilidad porque está orientada a conseguir
una deglución funcional (eficaz y segura) a través de diferentes técnicas
de intervención y minimizando el riesgo
de aspiración.
El abordaje práctico de los
aspectos ambientales, posturales, dietéticos y de los ejercicios de
rehabilitación se hará con la
participación de los diferentes miembros del equipo1.
La detección de los
síntomas de disfagia y el tratamiento
precoz o preventivo serán cruciales para evitar futuras complicaciones que
incidan en la salud general y calidad de
vida de la persona.
Conocer la fisiología y anatomía de la deglución,
será un requisito ineludible para poder valorar
y tratar de forma correcta los síntomas de disfagia. Por este motivo, se
describen a continuación los aspectos
anatómicos y fisiológicos de la deglución normal.
LA
DEGLUCIÓN NORMAL:
La deglución es una de las funciones orofaciales primarias e
imprescindible para la supervivencia del individuo, por ende, cualquier
anomalía estructural o déficit funcional puede afectar el trayecto deglutorio.
Evolutivamente la deglución comienza durante el período
gestacional, posibilitando la alimentación del recién nacido.
Posteriormente dicha
función irá madurando gracias a la acción del medio y al crecimiento y
desarrollo de las distintas estructuras3.
La función deglutoria es
una actividad neuromuscular compleja,
coordinada por el Sistema Nervioso Central (SNC) que ocurre de forma rápida y
sin interrupciones. La frecuencia media de esta función es de aproximadamente 580 degluciones al día, acto que
alcanza su máximo durante la alimentación y su mínimo durante las horas del
sueño.
La actividad de masticación
y deglución normal es un rápido y
complejo proceso de movimientos voluntarios e involuntarios en el que
participan al menos seis pares craneales, los tres primeros segmentos de los
nervios cervicales y los 26 músculos de la boca, faringe y esófago1.
Dijimos antes que la disfagia se corresponde con una
sensación de dificultad en el avance de
la comida desde la boca al estómago, generada por una alteración en una o más etapas de la deglución. Estas etapas/fases se encuentran integradas
entre sí y transcurren sinérgicamente.
LAS
CUATRO FASES O ETAPAS DE LA DEGLUCIÓN SON:
- Fase PREPARATORIA ORAL de la deglución.
- Fase ORAL de la deglución.
- Fase FARÍNGEA de la deglución.
- Fase ESOFÁGICA de la deglución.
FASE
PREPARATORIA ORAL:
Esta fase como su nombre lo
indica es preparatoria del alimento,
que una vez introducido en la boca se mezcla con saliva y se mastica según la
consistencia hasta transformarse en un bolo cohesionado para ser tragado.
Durante esta fase pre-oral se produce un reconocimiento sensorial del alimento: se
puede ver, oler, tocar e introducir en la boca. Esta situación favorece la
secreción de saliva, activa el sentido del gusto y el deseo de comer.
En esta fase participan la
lengua, los labios, el maxilar inferior, el velo del paladar, los músculos masticatorios
y faciales.
Durante esta fase
preparatoria oral los labios se
mantienen juntos y la respiración nasal continua, proceso que se verá
alterado en el respirador oral que
utiliza la misma vía (la boca) para
efectuar ambas funciones: masticación y respiración.
Esta
fase preparatoria oral de la deglución está bajo el control voluntario de la
persona.
ETAPA
DE PREPARACIÓN ORAL |
FASE ORAL DE LA DEGLUCIÓN:
La fase oral se inicia cuando la lengua propele el bolo
alimenticio posteriormente hacia la orofaringe hasta que se produce (estimula)
la deglución faríngea.
Durante esta fase oral de transporte los labios
permanecen sellados, el ápice lingual se apoya en las rugas palatinas, el
paladar blando se eleva y los maxilares se mantienen en oclusión céntrica.
Esta
fase oral de la deglución es voluntaria y consciente, con una duración
aproximada de 1 segundo.
ETAPA
ORAL |
FASE FARÍNGEA DE LA DEGLUCIÓN:
La fase faríngea que es involuntaria se origina cuando se
estimula la deglución faríngea por acción de la lengua, cuya función es
propulsar el bolo alimenticio hacia atrás (faringe) movimiento que se genera
sin pausas y desencadena la deglución faríngea.
Esta etapa deglutoria ocurre
cuando se estimulan los receptores
faríngeos que envían información al SNC y generan el disparo del patrón motor deglutorio faríngeo.
El reflejo deglutorio
faríngeo para que se pueda producir, requiere
de la decisión voluntaria de la persona (inicio voluntario de la deglución)
para que la saliva, el líquido o el bolo sean
conducidos desde la faringe hacia el esófago superior.
El tránsito faríngeo del
bolo es de aproximadamente 1 segundo, tiempo que tarda en desplazarse desde la
base de la lengua hasta el esófago cervical (zona cricofaríngea).
La
deglución y la respiración son funciones recíprocas, motivo por
el cual se produce un período de apnea
entre el cierre de la vía aérea y la apertura del esófago (esfínter
esofágico superior), actividades que ocurren simultáneamente en las personas
normales.
ETAPA
FARÍNGEA |
FASE ESOFÁGICA DE LA DEGLUCIÓN:
La fase esofágica se inicia con la apertura del esfínter
esofágico superior (EES).
El bolo alimenticio es
transportado desde el esófago cervical al torácico a través de ondas peristálticas hasta entrar al estómago, previa apertura del esfínter esofágico
inferior (EEI), para dar inicio a la digestión.
Este tiempo de tránsito
esofágico dura entre 6 y 8 segundos2 o varía entre los 8 y 20
segundos según otros autores.
La
etapa esofágica de la deglución es involuntaria e inconsciente.
ETAPA
ESOFÁGICA |
CONCLUSIONES:
La disfagia es una alteración de la deglución que ocurre
en cualquier lugar del recorrido del bolo alimenticio por un compromiso en una
o más fases/etapas de la deglución.
Los trastornos de la
deglución se dividen anatómicamente en dos tipos: disfagia orofaríngea y disfagia esofágica, difiriendo por su
localización en sus características y en la forma de ser tratadas.
La disfagia se caracteriza
por una dificultad para desplazar el
bolo, que puede ocurrir desde la fase
preparatoria oral hasta la fase esofágica del ciclo de la deglución.
Ocasiona severas
complicaciones para la salud como deshidratación,
desnutrición, obstrucción de la vía aérea o neumonía por aspiración.
Esta dificultad para deglutir/tragar
se puede observar en pacientes de todas las edades, desde los recién nacidos hasta la población geriátrica.
En el curso normal de la masticación y deglución se mezclan
componentes voluntarios e involuntarios
como hemos visto anteriormente.
Los principales objetivos
del tratamiento de los pacientes con disfagia van orientados a conseguir una deglución eficaz y segura1.
El manejo de los pacientes
con trastornos de la deglución orofaríngea es
multidisciplinario: médico otorrinolaringólogo, fonoaudióloga/logopeda, nutricionista, médico fisiatra, radiólogo,
terapeuta ocupacional y enfermera2.
La
información, la educación y el entrenamiento de cuidadores y familiares sobre
consejos y técnicas de alimentación, serán determinantes en el proceso de
recuperación en el hogar.
Reconocer
los síntomas de disfagia y actuar de forma precoz mediante una valoración y
estrategia terapéutica personalizada, evitará que
impacte negativamente en la salud y
calidad de vida.
Artículo
publicado el 5 de septiembre de 2013,
revisado y actualizado por la autora en septiembre
de 2024.
BIBLIOGRAFÍA:
- Jiménez Rojas C., Corregidor Sánchez A., Gutiérrez Bezón C. Tratado de geriatría para residentes. Digestivo, cap. 53: Disfagia. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Accesible en: https://www.segg.es/tratadogeriatria/main.html
- Nazar M, G., Ortega T, A., & Fuentealba M, I. (2009). Evaluación y manejo integral de la disfagia orofaríngea. Rev. Med. Clin. Condes, 449-457.
- Grandi D, Donato G. Terapia Miofuncional. Diagnóstico y Tratamiento. Ed. Lebón, Barcelona, España, 2006.
Una entrada fantástica, gracias. La comparto.
ResponderEliminarEstimada Aurora:
EliminarGracias a Ud. por su comentario y por compartirlo en su cuenta de twitter, es la mejor forma de familiarizar a la población sobre este tema de creciente actualidad.
Un saludo cordial.
Lic. Ayarza Marcela