DEFINICIÓN:
Se puede definir la disfonía como el conjunto de síntomas de alteración vocal que imposibilitan la normal producción de la voz y que perturban la comunicación.
El concepto de disfonía se
refiere a un trastorno de la laringe, que se manifiesta a través de un déficit
cuantitativo y cualitativo de la fonación de duración variable.
Se trata de una sensación subjetiva de falta de confort al
hablar que se acompaña de una serie de características vocales (signos) que
difieren según el tipo de trastorno: funcional, orgánico o mixto.
Una
voz libre de disfonía es la que posee equilibrio entre sus componentes:
frecuencia, volumen, timbre y flexibilidad.
La flexibilidad, estaría dada
por el interjuego permanente entre altura e intensidad: variaciones acordes a
la forma en que se quiere expresar algo y a los sentimientos que se quieren
transmitir1.
Por el contrario, una voz disfónica (anormal) es aquella que
presenta desequilibrio en sus componentes (Farías, 2007):
Altura
tonal inapropiada para la edad y sexo del hablante.
Intensidad
inapropiada, o muy baja o demasiado alta.
Timbre
desagradable al oído, como por ejemplo una voz estridente.
Ausencia
de flexibilidad entre altura e intensidad.
Por lo que disfonía es toda
alteración de la voz en la que se halle afectado aunque sea uno de los
parámetros mencionados. En consecuencia, la severidad de la disfonía dependerá
del grado en que se halla afectado dicho parámetro y del impacto en la función
vocal1.
La disfonía es un síntoma,
una alteración de la voz que puede ir del simple abuso vocal hasta la pérdida
de la eficacia vocal, e implica la falta de control de los mecanismos
respiratorio, resonancia y proyección2.
Evidentemente el término disfonía se deberá asociar a toda
alteración vocal audible y no solamente a lesión en cuerdas vocales, motivo
por el cual la evaluación de la voz se efectúa en forma interdisciplinaria: médico otorrinolaringólogo (ORL) y
logopeda.
La disfonía puede deberse a
cualquier dificultad fonatoria que no permita una emisión natural de la voz. Las
alteraciones pueden ser esfuerzo al emitir un sonido, dificultades para
mantener la voz, cansancio al hablar, variaciones de la frecuencia fundamental
habitual, carraspeo, falta de volumen o desconocimiento de cómo proyectar la
voz, pérdida de la eficiencia vocal, entre otros trastornos2.
ETIOLOGÍA:
La
disfonía puede ser de etiología orgánica, funcional o mixta (orgánico-funcional),
siendo la funcional la causa más habitual de la actuación logopédica. Por este
motivo, las disfonías funcionales son los
trastornos que mayormente se derivan a rehabilitación vocal desde los
servicios de ORL.
Se
consideran factores causales de disfonía los siguientes:
El mal uso de la voz, el
abuso vocal, el tabaquismo, la hiperfunción laríngea (función muscular
exacerbada), el reflujo gastroesofágico (RGE) y los factores psico-emocionales.
Como
factores favorecedores se pueden mencionar:
Las infecciones recurrentes
de las vías aéreas superiores, la incoordinación fono-respiro-articulatoria y
una higiene vocal inadecuada o ausente.
Los traumatismos de la
laringe en especial en las cuerdas vocales se relacionan con el abuso y el mal
uso del mecanismo de producción vocal2.
SINTOMATOLOGÍA:
En primer lugar, analicemos
las diferencias entre síntoma y signo en
disfonías.
Los
síntomas son las quejas del paciente, lo que él reporta, reales
o imaginarios. Por otro lado, estarían los
signos que son las características que pueden ser observadas o testeadas1.
Durante la primera
entrevista, el consultante expone al
logopeda la sintomatología que motiva su consulta mientras el profesional
elabora la historia clínica.
Los síntomas expuestos por
la persona que consulta, serán
investigados durante la valoración de la función vocal con el objetivo de
constatar su veracidad y arribar a un diagnóstico certero, condición previa
a la intervención del logopeda.
Los síntomas en disfonías se
pueden manifestar de forma aislada o combinados entre sí y es frecuente que coincidan las quejas del paciente (síntomas) con los
signos presentes, situación ideal para que la terapia vocal sea exitosa.
En estas circunstancias, el paciente y su terapeuta están de
acuerdo en la necesidad de resolver el
trastorno de la voz a través de la rehabilitación vocal.
La disfonía debe ser
considerada como un síntoma de la función vocal, que en ocasiones puede ser un
signo de una enfermedad subyacente. Por tal motivo, toda disfonía repentina de
más de 15 días de evolución debe ser evaluada1.
Colton, Casper e Hirano (1990) mencionan ocho síntomas (signos) principales (citado en Farías, 2007):
- Ronquera. Vibraciones
aperiódicas de cuerdas vocales.
- Fatiga
vocal. Aparece luego de habla prolongada, con esfuerzo para continuar.
- Voz
soplada. El aire se acaba antes de terminar la frase. Estos pacientes “corren”
detrás del aire para poder hablar.
- Rango
fonacional reducido. Pierden tonos que tenían antes (agudos o graves,
con más frecuencia pérdida de agudos).
- Afonía. Ausencia de
voz.
- Cortes
de tono o tono alto inapropiado. El paciente se queja de cortes
involuntarios en la voz, dice no saber cuándo desaparecerá su voz.
- Voz
tensa. Refieren sentir mucha tensión y necesidad de fuerza para hablar.
- Tremor. Voz
temblorosa.
Los
pacientes con desórdenes vocales (disfonía) pueden presentar también los
siguientes síntomas:
Disfonía de fin del día
laboral o fin de semana, tensión en los músculos faciales y del cuello (p. ej:
entrecejo fruncido, sobresalen venas del cuello al hablar).
Dificultades para proyectar
la voz, falta de volumen, afonía (ausencia total de voz).
Se agregan también otros
síntomas tales como una voz monótona (frecuencia fundamental sin variaciones),
intensidad muy débil o muy alta, diplofonía y voz apretada1.
Los
problemas de voz pueden acarrear también sintomatología no fonatoria:
Ardor y dolor en garganta.
Picazón o molestias al
tragar y hablar.
Dolor leve o moderado de
garganta en fonación.
Sensación de cuerpo extraño
durante la deglución.
Necesidad de realizar
degluciones en mitad de la frase.
Uso del carraspeo o la tos
frecuente para aclarar la voz.
Las profesiones y ocupaciones vinculadas al uso vocal incluyen a todo trabajador que utilice su voz como herramienta de trabajo: cantantes, locutores, actores, docentes, telefonistas, profesores, narradores, vendedores, guías de turismo, oradores, sacerdotes, monitores deportivos, etc.
DISFONÍA
Y LOGOPEDIA:
La Logopedia
es una profesión sanitaria que forma parte del equipo interdisciplinar en la
valoración y tratamiento del paciente con disfonía.
El
logopeda es el profesional cualificado para valorar e intervenir los problemas
de la voz en todas las etapas de la vida, desde el nacimiento hasta la tercera
edad.
Los
trastornos vocales son frecuentes en aquellas profesiones y ocupaciones
vinculadas al uso de la voz: locutores, cantantes, actores, maestros,
profesores, telefonistas, comerciales, médicos, abogados, clérigos, etc.
Estos trastornos en la voz son
originados en su gran mayoría por falta
de técnica o higiene vocal, malos hábitos fonatorios y respiratorios, mal uso
y/o abuso vocal, etc.
Con respecto a la prevención coincido con Jackson-Menaldi (2002) en que más
vale prevenir que curar cuando nos referimos a los cuidados vocales en personas que necesitan la voz para el ejercicio
de su actividad profesional.
Desde la
Logopedia se continúa trabajando a través de diferentes medidas preventivas y acciones educativas con
los colectivos más vulnerables de padecer dolencias y alteraciones de la
laringe, con el propósito de crear conciencia individual y colectiva sobre
los perjuicios que ocasiona el mal uso y
el abuso vocal, entre otros factores, en la génesis de la disfonía.
Campañas de divulgación como el Día Mundial de la Voz que se celebra cada 16 de abril, buscan concienciar a la población sobre la salud
de la voz en la comunicación, promoviendo la consulta temprana a Logopedia o al
ORL ante cualquier síntoma relacionado con la función vocal.
En el artículo LA HIGIENE VOCAL hacía referencia a los
principales hábitos
de higiene y cuidados de la voz que pueden ser empleados como medida
preventiva por toda persona que utiliza su voz como herramienta primaria de trabajo.
Con respecto a los cambios
aportados al paciente a través de la
actuación logopédica, estos serán más notorios en voces con alteraciones
funcionales y menos perceptibles en las disfonías orgánicas.
Sin embargo por norma
general, la reeducación o rehabilitación
en disfonías, está encaminada a auxiliar al paciente para que consiga una
comunicación más efectiva en todos los ámbitos (familiar, laboral,
profesional y social).
El objetivo de la terapia vocal será restablecer la mejor
voz posible, tanto para la comunicación en el hogar como para el uso
profesional (voz hablada o cantada).
CONCLUSIONES:
La voz es una herramienta
profesional muy poderosa, persuasiva y para muchos una forma de vida2.
La
educación de la voz y las medidas preventivas son indudablemente las
mejores herramientas para evitar la instalación de los problemas de voz hablada
y cantada.
Las
disfonías funcionales y mixtas poseen un origen multifactorial: abuso vocal,
RGE, prolongación del mal uso de la voz, tabaquismo, etc.
Las
disfonías orgánicas pueden ser de etiología congénita (desde el
nacimiento) o adquiridas, por causas
traumáticas, neurológicas, neoplásicas, etc.
El
tratamiento en las disfonías va a estar vinculado a las causas que originaron
el desorden vocal y serán decisivos en el tipo de intervención a
emplear: farmacoterapia, cirugía y/o terapia vocal (Logopedia).
¿Necesita consultar al logopeda para recibir información y orientación
terapéutica acerca de sus síntomas de alteración en la voz?
A la hora de elegir un profesional de la Logopedia, exige siempre un o una logopeda titulada y colegiada para garantizar una atención de calidad.
Rechace y denuncie el intrusismo profesional de personas no autorizadas para el ejercicio de la Logopedia en el Colegio Oficial de Logopedas de su Comunidad Autónoma.
Artículo publicado el 14 de agosto de 2012, revisado y actualizado por la autora en julio de 2024.
BIBLIOGRAFÍA:
- Farías, P. Ejercicios que restauran la función vocal. Editorial Akadia. Buenos Aires, Argentina. 1ª edición 2007.
- Jackson-Menaldi, C. La Voz Patológica. Editorial Panamericana. Buenos Aires, Argentina. 2002.
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