viernes, 2 de octubre de 2015

LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN EN LOGOPEDIA

Introducción:

Los siguientes temas pretenden acercar al lector al quehacer del logopeda con el propósito de evitar que el desconocimiento se transforme en uno de los motivos que retrase la consulta a este profesional de la salud.

Entre las funciones inherentes a la logopedia pueden citarse la información y orientación terapéutica al paciente, la educación previa a la instalación de la patología (ej: educación vocal), así como la prevención de las alteraciones vinculadas a la comunicación humana en general.

Es bien sabido que una persona correctamente informada colabora más con el tratamiento y trabaja mejor en su hogar, hecho que redundará en la evolución de su terapia y el resultado final.  

Deberemos considerar entonces como agentes de salud, que es útil y necesario proveer a cada paciente de los conocimientos relacionados al motivo de su visita, utilizando para ello todos los recursos disponibles (bibliografía, videos, gráficos,…) que le ayuden a comprender su problema logopédico.

De igual modo, como profesionales de la salud nuestra misión es impartir información adecuada a cada persona que solicite nuestros servicios y a la población en su totalidad, porque la educación colectiva favorece el proceso de prevención y minimiza la actuación del logopeda.

Por esta razón, en el presente artículo se abordan someramente situaciones habituales de la práctica clínica y sus posibles efectos negativos sobre la voz, el habla, lenguaje y las funciones orofaciales, en ausencia de una intervención profesional y oportuna.

LOS FACTORES DE RIESGO PARA LA VOZ: LA MEDICACIÓN

Dentro del conjunto de factores que pueden interferir en la normal producción de la voz se hallan determinados fármacos que van a generar efectos adversos como, por ejemplo, sequedad en boca y/o laringe. La persona que utiliza la voz para el ejercicio de su actividad laboral debiera conocer los efectos colaterales que poseen ciertos medicamentos sobre la laringe y, en lo posible, evitarlos o sustituirlos por otros menos nocivos para la voz.

Según Farías (2007, 2010) La voz podrá verse afectada por medicamentos que producen sequedad porque disminuyen el componente de agua de la secreción, ésta se torna más viscosa con subsiguiente tos y carraspeo. La autora menciona a los antihistamínicos prescritos en pacientes alérgicos, las drogas para los pacientes con Parkinson que producen sequedad en boca, entre otros1.

Aquellos profesionales de élite de la voz (ej.: cantante) o los que emplean sus cuerdas vocales como instrumento primario de trabajo (ej.: telefonista) no debieran automedicarse. En estos casos, lo correcto sería una consulta con su médico o/y el otorrinolaringólogo (ORL) acerca de la medicación que menos interfiera en la calidad vocal.

Del grupo de los medicamentos que pueden tener efectos secundarios sobre la laringe podríamos citar los siguientes1,2: mucolíticos, antitusígenos, antiinflamatorios (no corticoides), corticoides, antihipertensivos, broncodilatadores, diuréticos, tranquilizantes, ácido acetil-salicílico, etc.

PATOLOGÍAS DEL HABLA: LA DISFLUENCIA

La disfluencia (tartamudez) es una deficiencia relacionada con la fluidez, la velocidad y el ritmo del habla. Este trastorno puede presentarse durante la infancia, la adolescencia o la edad adulta interfiriendo de modo variable en el proceso de aprendizaje, la vida familiar, el círculo laboral y/o social,… de cada individuo.

Las disfluencias más representativas consisten en repeticiones de sonidos (p..p..p..papá), sílabas (mi..mi..mi..mío), palabras (pero..pero..pero dámelo) o frases, así como prolongación de sonidos (eeeeeese niño), bloqueos (mi padre {silencio}…se llama Juan) o segmentación de palabras (vamos to...dos a casa)3.

La persona con disfluencia carece de un flujo de habla uniforme e ininterrumpido, situación que incidirá de forma directamente proporcional en su calidad de vida.

El tartamudeo o falta de fluidez durante la comunicación es fisiológica entre los 2 y 3 años, conocida también como tartajeo fisiológico y, por tanto, no es tratable3. No obstante, si continúan las disfluencias pasado este período y, además, existen antecedentes familiares de tartamudez es recomendable consultar al logopeda.

Este profesional, tras efectuar una exhaustiva valoración – diagnóstica del caso podrá orientar a la familia acerca de la conveniencia o no de iniciar un tratamiento de reeducación. Se ha demostrado que la derivación precoz de los trastornos de la fluidez del habla al profesional competente, tiene una relación directa con las probabilidades de recuperación.

LA INCIDENCIA DE LAS ALERGIAS EN LA VOZ

Las alergias respiratorias que comprometen a las vías aéreas pueden ser un motivo de consulta del profesional de la voz1. La reacción alérgica se debe a una sensibilidad inusual de la mucosa respiratoria al polen, moho, esporas, caspa de animales, ácaros del polvo doméstico y ambiental que predomina en las grandes ciudades del mundo4. El edema de cuerdas vocales puede estar asociado con laringitis alérgica1.

Con carácter general, los síntomas producidos por la reacción alérgica a determinados factores del ambiente que pueden incidir en la voz son: carraspeo, tos, sequedad, irritación del tracto vocal, rinorrea, cambios en el modo respiratorio de nasal a bucal por aumento de secreciones, etcétera.

Un paciente con disfonía que además presenta tos, episodios respiratorios recurrentes, procesos inflamatorios en las fosas nasales; faringe y/o laringe de origen alérgico, deberá ser evaluado y tratado médicamente. El trabajo multidisciplinario en estos casos es de gran importancia para efectuar un adecuado manejo diagnóstico – terapéutico del paciente alérgico que consulta porque manifiesta una disfunción vocal.

Asimismo, el terapeuta de la voz (logopeda o fonoaudiólogo/a) deberá estar lo suficientemente informado sobre el tema para poder orientar correctamente a sus pacientes, especialmente si se trata de un profesional de la voz.

Por lo que venimos explicando, se puede afirmar que toda persona con alergia que afecte a las vías aéreas deberá ser abordado de forma interdisciplinaria: desde el punto de vista médico y logopédico. Este último a través de la terapia vocal, tratará aquellos síntomas que la alergia respiratoria haya generado en el mecanismo vocal alterando su normal funcionamiento.

SIGNOS DE ALERTA EN LA POBLACIÓN INFANTIL

Sabemos que cada niñ@ avanza de acuerdo a su propio ritmo, sin embargo, hay ciertos signos y síntomas que motivan la consulta al logopeda. En estos casos,  el terapeuta será quien valore la necesidad de una posible intervención tras estudiar exhaustivamente a cada paciente.

Entre los diagnósticos más asiduos en la clínica diaria destacan una articulación no acorde a la edad cronológica (dislalias, disglosias,…), el retraso madurativo del lenguaje, las disfonías, disfluencias, respiración bucal, deglución atípica y los hábitos de succión (ej: del pulgar), temas que en su mayoría han sido analizados y descritos en este blog.

Cualquiera de estos déficits que son fácilmente identificables para un observador entrenado o familia informada, debiera resolverse antes del inicio de la escuela primaria, es decir, entre los 4 y 6 años aproximadamente. En la etapa de educación primaria, l@s niñ@s necesitan que sus funciones orofaciales respondan fisiológicamente (sin trastornos) y que el desarrollo del lenguaje oral esté a la altura de la exigencia educativa y social.

Es conveniente recordar al lector que las funciones orofaciales (se desarrollan en la zona oral) son: la respiración, succión, deglución, masticación y fonoarticulación, estas dos últimas son funciones aprendidas. En este sentido, cuando dichas funciones no se realizan adecuadamente se convierten en disfunciones orofaciales, produciendo una serie de consecuencias en cadena a nivel óseo, muscular y funcional.

Así, un menor escolarizado que presenta un trastorno en su función respiratoria por una obstrucción orgánica (nasal y/o faríngea) o por hábito, puede manifestar alteraciones articulatorias, vocales (disfonía, afonía,…), olfatorias, gustativas, etc.

Igualmente, el cambio de modo respiratorio de nasal a bucal acarrea otros numerosos trastornos como los descritos por Leech (1958): posturas corporales atípicas; aumento de las infecciones del aparato respiratorio; labio superior hipotónico, corto y alto; deficiente oxigenación cerebral que ocasiona dificultades de atención y concentración con los consiguientes problemas de aprendizaje, etc. (Leech citado por Zambrana & Lopes 1998, 2003 pág. 52)5.

Resumiendo, el profesional logopeda y luego de efectuar una valoración del niño/a estará en condiciones de informar al paciente y su familia, a través de una devolución diagnóstica, si es el momento apropiado para iniciar un tratamiento rehabilitador.

Figura 1: respiración oral y protrusión lingual

El acto fisiológico de la respiración y la deglución aseguran un adecuado crecimiento de la cara, el equilibrio muscular y el normal desarrollo de las funciones orofaciales.

La inspiración efectuada por vía oral (figura 1) puede generar desequilibrio muscular y disfunciones en cadena como, por ejemplo, la deglución atípica, alteraciones en la articulación, trastornos en la voz, la resonancia, etc.

La importancia de la detección precoz de los hábitos orales lesivos sumado al tratamiento miofuncional (logopedia) y multidisciplinario (ortodoncia, ORL,…), garantizará resultados duraderos sin que se produzcan recidivas.

De acuerdo con Pastor, T (2008) es imprescindible que los niños mantengan sus funciones orofaciales inalteradas para que el proceso de desarrollo y crecimiento facial se realice con normalidad.
La imagen expuesta corresponde a la Figura 2: Respiración oral. Pastor, T. Tesis Doctoral: Introducción (2008)6.

Promover las medidas preventivas:

En la actualidad se sabe claramente que la educación es la base de la prevención, por tanto, parte de nuestra tarea consistirá en orientar y asesorar al paciente sobre el motivo de su consulta, situación que se mantendrá activa a lo largo de la terapia y, de ser necesario, se transferirá a familiares y/o cuidadores.

En los trastornos infantiles la detección temprana y la correspondiente derivación al profesional competente (logopeda, especialista,...), evitará el agravamiento del diagnóstico y acortará los tiempos de intervención en un elevado porcentaje, mejorando significativamente la calidad de vida del menor.

Por lo dicho anteriormente, solicite orientación y asesoramiento al logopeda para obtener un mayor entendimiento de su caso en particular. Recuerde que la información y la educación son los pilares de la prevención de múltiples alteraciones ligadas a la logopedia en la población infantil, la adolescencia, los adultos y la tercera edad.


INFORMACIÓN + EDUCACIÓN = PREVENCIÓN EN LOGOPEDIA



Bibliografía:
  1. Farías, P. “Ejercicios que restauran la función vocal. Observaciones clínicas”. Ed. Akadia. Buenos Aires, Argentina. Primera reimpresión, 2010.
  2. Farías, P. “La Disfonía Ocupacional”. Librería Akadia Editorial. Buenos Aires, Argentina. Primera edición 2012.
  3. Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. “Logopedia. Guía de apoyo para pediatras y médicos de Atención Primaria”. Madrid, 2011. Versión digital, disponible en: http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM017009.pdf
  4. Jackson-Menaldi, C. “La voz patológica”. Editorial Médica Panamericana. Buenos Aires, Argentina, 2002.
  5. Zambrana NTG. Lopes LD. “Logopedia y ortopedia maxilar en la rehabilitación orofacial. Tratamiento precoz y preventivo. Terapia miofuncional”. Editorial Masson. Barcelona, España. Tercera reimpresión, 2003.
  6. Pastor Vera, T. “Análisis correlacional de las secuelas estructurales y funcionales que son ocasionadas por la respiración oral y que condicionan la deglución”. Tesis Doctoral [en línea]. Barcelona: Universitat Ramon Llull. FPCEEB - Psicología, 2008. Disponible en: http://hdl.handle.net/10803/9263