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domingo, 5 de mayo de 2013

LAS DISFONÍAS ORGÁNICAS: “SURCO CORDAL”. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

DISFONÍAS ORGÁNICAS:

Son las disfonías generadas por una lesión en las cuerdas vocales o en alguna parte de los sistemas intervinientes en la producción vocal, no relacionada con el uso de la voz. La lesión tiende a generar secundariamente un cambio en la función en forma compensatoria1.

En este artículo se realiza una descripción general de las disfonías orgánicas (estructurales) y en particular del surco cordal o sulcus por ser una lesión frecuente en la consulta de voz.


DIAGNÓSTICO:

Las lesiones orgánicas que más llegan a consulta para terapia de voz son las parálisis recurrenciales, los surcos, las laringectomías parciales y totales, y por último las distonías laríngeas consideradas neurológicas. Dentro del grupo de disfonías orgánicas, algunas son congénitas (surco, diafragma laríngeo, quistes intracordales) y otras adquiridas (traumáticas, inflamatorias, neoplásicas, endocrinológicas, neurológicas y iatrogénicas); la etiología determinará el tratamiento a seguir1.


TRATAMIENTO:

No hay tradición de asistencia logopédica en el campo de las disfonías orgánicas, pero cada vez se acepta más el beneficio que aporta porque al terminar el tratamiento médico pueden quedar alteraciones en las estructuras del tracto vocal o incluso en las funciones musculares que requieran un proceso de rehabilitación. Cumple señalar que la fonoterapia puede ser útil, y por lo general lo es, aun cuando la cirugía y/o la medicación sean la primera opción2.

En el tratamiento de las lesiones laríngeas puede intervenir la farmacoterapia, la cirugía y/o la rehabilitación de la voz. El tratamiento conservador (terapia vocal) del paciente disfónico será abordado por el fonoaudiólogo/logopeda con experiencia clínica en trastornos de la voz.

En el tratamiento de las disfonías orgánicas se plantean cuatro objetivos básicos de actuación logopédica (Behlau, 1996):

  1. Maximizar el uso de la voz del paciente en presencia de la alteración orgánica, es decir, promover la mejor calidad vocal posible, a pesar de la situación orgánica.
  2. Desarrollar compensaciones fonatorias usando las estructuras remanentes, lo cual significa volver a crear con las estructuras disponibles el proceso de contracción esfinteriana de la laringe tras la ablación quirúrgica.
  3. Desactivar la tractopatía de adaptación o, lo que es lo mismo, eliminar la adaptación que el tracto vocal ha desarrollado en forma compensatoria o vicaria en un esfuerzo por vencer las limitaciones derivadas de la alteración orgánica primaria.
  4. Ayudar al paciente a aceptar la nueva voz, considerando que no siempre se podrá obtener una voz normal.


Todos los pacientes con alteraciones vocales se benefician de la logoterapia, aunque solamente en las últimas dos décadas el tratamiento se ha revelado científicamente efectivo2.

Los objetivos de la terapia de voz en una disfonía orgánica son (Farías, 2007):

  • Toma de conciencia por parte del paciente de aquellos síntomas vinculados directamente a la lesión que no podrán ser modificados con terapia de voz. El reconocimiento de estos síntomas dependerá de la experiencia clínica del terapeuta.
  • Selección dinámica de ejercicios que optimicen la función vocal, entendiendo por “selección dinámica” a una búsqueda de recursos que estará en permanente cambio y sujeta a modificación, en la medida en que el abandono de lo compensatorio de lugar a una función mejorada que posibilite la comunicación. Dicho en otras palabras, algunas acciones compensatorias se abandonarán y otras serán reforzadas. La selección dinámica permitirá potenciar y/o anular compensaciones que trae el paciente, así como también crear nuevas compensaciones.
  • Aceptación de la nueva voz.


EL SURCO CORDAL:

Consiste en un surco situado a lo largo del borde libre de la cuerda, que se encuentra arqueada en mayor o menor medida. La mayoría de las veces, la lesión es bilateral y simétrica. Su causa es desconocida, pero se sospecha que puede ser tanto congénita como adquirida por procesos inflamatorios de larga evolución. La lesión se encuentra en la capa superficial de la lámina propia y el cierre glótico es insuficiente en toda su longitud (ojal fusiforme), porque los bordes libres de las cuerdas están arqueados3.

El diagnóstico se hace por la clínica (antigüedad de disfonía, antecedentes familiares y peculiaridad vocal) y se corrobora con la estroboscopia que permite ver el detalle de alteración de la onda mucosa y la rigidez generada por el surco; puede pasar desapercibido con espejillo y con fibroscopia4.

Es una depresión en la cuerda vocal localizada en la capa superficial de la lámina propia que corre paralela al borde libre. Crea un saco cuyo fondo se adhiere al ligamento vocal. Se lo considera un quiste epidermoide intracordal abierto por arriba. Cuando toma forma de canaleta dando a la cuerda un aspecto arqueado se lo llama “vergeture” o estría mayor (Cornut & Bouchayer, 1988 citado en Farías, 2007).

Su incidencia es variable ya que aún suele ser sub o sobrediagnosticado por falta de conocimiento del mismo4. Es más frecuente en las mujeres, con una relación 3:15.

Puede ser uni o bilateral y variar de tamaño entre los dos pliegues. Se diagnostica en respiración, ya que al fonar se observará hiatus (surco bilateral) o bowing de la cuerda con surco (arqueamiento)1.

Según la clasificación de Ford (1996) se consideran tres tipos de surco (citado en Farías, 2014):

Tipo I o fisiológico, en el que la lámina propia está conservada y hay un leve disturbio de la onda mucosa, tipo II o Vergeture en el que se pierde la capa superficial de lámina propia y existe una depresión en forma de canaleta en la cuerda vocal, y tipo III o sulcus vocalis con depresión profunda que se extiende hasta el músculo vocal con severo compromiso de la onda mucosa.

Con la estroboscopia se observa disminución de la vibración de la cuerda en el lugar del sulcus5. La severidad de la disfonía depende de la profundidad del surco y de que sea uni o bilateral (generalmente es bilateral)1.


Fig. 2: Type I Sulcus Vocalis


Conclusiones de un estudio observacional prospectivo realizado durante 1 año a pacientes con disfonía6El sulcus vocalis es una afección bastante común. Los pacientes se clasificaron en tipos I, II o III según la clasificación de Ford (1996). Se recomienda para todos los pacientes un tratamiento conservador en forma de higiene vocal y terapia de la voz. El tipo I responde bien a la terapia vocal (Figura 2). En el caso de los tipos II y III, el resultado vocal razonablemente bueno se logra con una intervención quirúrgica, seguida de una terapia vocal prolongada. Todos los pacientes se sometieron a terapia de voz posoperatoria durante 6 meses. El tratamiento debe personalizarse según el tipo de surco para lograr un buen resultado fonatorio.


SINTOMATOLOGÍA:

Los pacientes con sulcus refieren disfonía desde la infancia en un 55%. Presentan una voz monótona que se apaga a final de la frase, ronquera, fatiga vocal, voz asténica y gran esfuerzo para proyectar la voz5.

Son pacientes con voces tan peculiares (ya que el surco interrumpe la onda mucosa) que el clínico vocal entrenado puede inferir la presencia de surco al escucharlos: poseen una voz agudizada, timbre velado y pobreza de armónicos, características típica de la rigidez mucosa (recordemos que la fibrosis da características similares al falsete). Se acompaña de fatiga vocal1.

Las características acústicas son, por lo general, voz aguda, velada y entrecortada. Es común que se acompañe con fatiga vocal. Cuando la terapia vocal no da resultado, está indicada a cirugía5. La rehabilitación vocal posquirúrgica es fundamental para el paciente que deberá aprender a impostar la voz sin recurrir a conductas compensatorias hiperfuncionales.

El paciente se queja en ocasiones de su disfonía (según el grado de habituación a la misma) y más frecuentemente de cansancio al hablar y falta de potencia en la voz. La extensión tonal se ve acortada con pocos tonos de registro modal e imposibilidad fonatoria en registro pulso. El tiempo máximo de fonación está acortado4.

La disfonía se manifiesta con voz agudizada, débil, soplada o aireada como consecuencia de la pérdida de masa de la cuerda vocal que dificulta el cierre cordal. Esta deficiencia en el cierre glótico también afecta la intensidad vocal que se encuentra disminuida.

La extensión tonal está acortada y desplazada hacia los agudos. Esto se produce como consecuencia de la fibrosis existente que le otorga rigidez a la cuerda vocal y que provocará un ascenso de la frecuencia fundamental (Fo) o Fo agudizada (falsete patológico). Por la voz aguda que presentan estas personas, la masculina al teléfono se suele confundir con la voz de una mujer.


LA TERAPIA VOCAL:

El paciente sabrá desde el inicio de la terapia que el objetivo no será “recuperar” la voz normal, sino optimizar la calidad vocal y la eficiencia en la comunicación1.

El tratamiento consiste en terapia de la voz, sobre todo para compensar la hiperfunción y mejorar la higiene vocal, así como para dar mejor soporte respiratorio5.

Es muy probable que el paciente haya desarrollado a lo largo de toda su vida compensaciones musculares que suplan la deficiencia pre-existente. Debemos pues, identificar tales compensaciones y trabajar sobre ellas, para llegar a emisiones vocales “puras” y propias de esa cuerda vocal liberada de compensación. Algunas compensaciones típicas son: inspiraciones bucales bruscas y ruidosas con ascenso laríngeo, aproximación de bandas, cierre anteroposterior (estos “sobrecierres” pretenden generar un tono más grave y mayor intensidad)1.

Como en toda disfonía se trabajará la función respiratoria haciendo hincapié en el apoyo diafragmático con el objetivo de suplir el sobrecierre laríngeo por una mayor presión subglótica. También, se reforzará el aspecto resonancial y el agravamiento progresivo de la voz, con la ayuda de ejercicios de vocalización encaminados a mejorar la actividad muscular de la cuerda vocal.

A través de la terapia vocal se intentará la ampliación de la onda mucosa, cuyo resultado dependerá del tamaño de la lesión, tipo de surco, si es unilateral o bilateral, es decir, de la deficiencia orgánica existente.

En síntesis, por medio de la terapia vocal el paciente conseguirá mejorar la técnica respiratoria, la vibración de cuerdas vocales, modificar las conductas adquiridas de compensación hiperfuncional y una adecuada higiene de la voz.

Es importante señalar que ni la cirugía ni la terapia vocal van a lograr la normalización de la voz, por tratarse de una disfonía orgánica.


CONCLUSIONES:

Se han analizado en este artículo las disfonías orgánicas con énfasis en el surco cordal por ser una alteración orgánica que pertenece a esta categoría de disfonías.

La disfonía orgánica está generada por una lesión en cuerdas vocales y, por tanto, no guarda relación con el uso de la voz.

El surco cordal o sulcus es una depresión longitudinal que se sitúa en forma paralela al borde libre de la cuerda vocal que se encuentra arqueada en mayor o menor medida. La lesión puede ser unilateral o bilateral y variar de tamaño entre ambas cuerdas vocales.

El paciente con diagnóstico de surco manifiesta una disfonía de toda la vida, con posibles antecedentes familiares y terapias realizadas sin conseguir una mejoría vocal.

El resultado favorable de toda intervención vinculada a las disfonías orgánicas dependerá de un conjunto de factores: un correcto diagnóstico otorrinolaringológico, seguido de una exhaustiva valoración de la función vocal y la rehabilitación de la voz efectuada por profesional cualificado. De acuerdo con Behlau (1996) que una base sólida de información no reemplaza la experiencia, que en este campo es esencial.

En toda disfonía la situación ideal de intervención es la del equipo multidisciplinario, que se ve facilitada en el marco hospitalario, centros sanitarios, etc., donde la interacción y comunicación entre los profesionales que asisten al paciente es la norma.

El área de la patología de la voz es un campo de estudio y actuación multiprofesional que representa la relación más estrecha e interdependiente que existe entre la otorrinolaringología y la logopedia2.

Ante un paciente con disfonía orgánica se pretende mejorar la función vocal tanto como lo permita la lesión, labor que se transforma en el objetivo primordial de la actuación logopédica.


Artículo publicado el 5 de mayo de 2013, revisado y actualizado por la autora en agosto de 2024.


BIBLIOGRAFÍA:

  1. Farías, P. Ejercicios que restauran la función vocal. Ed. Akadia. Buenos Aires, Argentina. 1ª ed. 2007.
  2. Behlau, M. Rehabilitación Vocal. En: García Tapia R, Cobeta Marco I. editores. Diagnóstico y Tratamiento de los trastornos de la voz. Ed. Garsi, Madrid, España. 1996. p. 339-54.
  3. Cobeta I, Núñez F, Fernández S. Capítulo 8: Exploración funcional por la imagen. Estroboscopia. En: Cobeta I, Núñez F, Fernández S. Patología de la Voz. Ed. MARGE Medical Books. Madrid, España. 2013. p. 146-58. Disponible en: https://seorl.net/PDF/ponencias%20oficiales/2013%20Patolog%C3%ADa%20de%20la%20voz.pdf
  4. Farías, P. Mejoría del cierre glótico y de la onda mucosa con terapia en Sulcus Vergeture: Reporte de un caso. Revista Areté, 2014, vol. 14 (1), 6-19. Accesible en: https://arete.ibero.edu.co/article/view/705
  5. Jackson-Menaldi, C. La Voz Patológica. Ed. Médica Panamericana. Buenos Aires, Argentina. 2002.
  6. Abhishek Gupta et al. Sulcus Vocalis: Our Experience. International Journal of Phonosurgery and Laryngology, 2018;8(1):36-40. Disponible en: https://www.jaypeedigital.com/doi/IJOPL/pdf/10.5005/jp-journals-10023-1156

domingo, 26 de agosto de 2012

LA DISFONÍA: CLASIFICACIÓN. “HIATUS CORDAL”

INTRODUCCIÓN:

Para comprender el concepto de disfonía es necesario reconocer previamente las características de la voz eufónica o voz normal.

Una voz eufónica es aquella que posee equilibrio en sus componentes, es decir, una altura tonal (frecuencia) que se corresponda a la edad y sexo de la persona, una intensidad apropiada que se escuche sin llamar la atención y un timbre que sea agradable auditivamente.

Por el contrario, en una voz disfónica o anormal se observará un desequilibrio en sus componentes, por ejemplo, una intensidad muy baja, una frecuencia inapropiada para la edad del hablante, un timbre desagradable desde el punto de vista auditivo, etc.

La disfonía se puede definir como la manifestación subjetiva de un trastorno momentáneo o duradero de la función vocal, constituida por un conjunto de signos y síntomas de alteración en la voz que impiden su producción en forma natural.

La disfonía que SIEMPRE es un síntoma de alteración laríngea, en la mayoría de los casos se adquiere con el tiempo y como consecuencia de un uso vocal inadecuado o abusivo, situación que se puede revertir si el sujeto modifica sus hábitos fonatorios mediante una oportuna intervención logopédica.


CLASIFICACIÓN DE LAS DISFONÍAS:

Unificar criterios nos permite a los profesionales vinculados al campo de la voz comunicarnos con códigos comunes, lo que a su vez redundará en el beneficio de los pacientes, por el desarrollo y evolución de las técnicas terapéuticas a implementarse1.

Las disfonías pueden ser clasificadas de acuerdo al factor etiológico en tres categorías: disfonías funcionales, orgánicas y mixtas1 o también llamadas disfonías organicofuncionales2.


DISFONÍAS FUNCIONALES:

Son las disfonías que no presentan alteración visible en cuerdas vocales durante el examen laringoscópico.

Las disfonías funcionales están generadas por el uso incorrecto de la voz y/o el abuso de la misma. Los trastornos más asiduos en la clínica logopédica son el hiatus, la fonastenia, la fonación de bandas (disfonía ventricular), la disfonía psicógena y los trastornos mutacionales.

De este grupo se abordará en el presente artículo el hiatus cordal por ser una de las disfonías más frecuentes en la consulta de terapia de voz.


DISFONÍAS ORGÁNICAS:

Son las disfonías producidas por una lesión en cuerdas vocales (congénitas o adquiridas) por lo tanto, no están relacionadas con el uso de la voz.

Las disfonías orgánicas más habituales en la consulta de logopedia son: el surco cordal (sulcus), la parálisis recurrencial (unilateral o bilateral), la disfonía espasmódica (distonía laríngea) y las laringectomías parciales y totales.


DISFONÍAS MIXTAS:

Son aquellas disfonías que comienzan siendo funcionales y a través del tiempo se favorece la aparición de lesiones, debido a la continuidad del mal uso o abuso de la voz.

Las causas más frecuentes pueden ser un diagnóstico (ORL) tardío o desacertado y la ausencia de un tratamiento rehabilitador (Logopedia).

Entre las disfonías mixtas u orgánicofuncionales más comunes en la clínica diaria se encuentran los edemas cordales, nódulos y esbozos nodulares, pólipos, granulomas de contacto y los pseudoquistes (quistes adquiridos de retención o inclusión).


HIATUS CORDAL:

Dentro de las disfonías funcionales, el hiatus de cuerdas vocales es un diagnóstico habitual en la consulta de voz.

El concepto general de hiatus se refiere a una separación entre las cuerdas vocales o cierre glótico insuficiente durante la fonación.

Este déficit de coaptación de las cuerdas vocales obedece a múltiples factores causales los que determinarán diversos tipos de cierre glótico, como veremos más adelante.

El hiatus de origen funcional (sin lesión cordal) se produce por una incoordinación entre el aire y la voz, situación que altera el normal mecanismo de cierre y apertura de las cuerdas vocales en fonación por lo que el hiatus observado no tiene que ver con cuerdas vocales que no se cierran1.

Estas modificaciones del patrón vibratorio cordal en el cual las fases de cierre serían relativamente más cortas, incidirán directamente en el sonido alterándose en consecuencia la emisión de la voz.

Coincido con Farías (2007) que es muy importante que el paciente no crea que hay algo que cerrar ya que en muchos casos esta falsa creencia se trasforma en una obsesión que puede inducir a emisiones forzadas.

Por este motivo, será esencial que todo consultante con diagnóstico de disfonía funcional por hiatus, reciba una explicación sobre el funcionamiento de la laringe y la Ley de Talbot, para así entender y comparar las 5 imágenes por segundo que puede percibir el ojo humano versus el número de vibraciones por segundo de las cuerdas vocales: alrededor de 100-1000 vibraciones/seg. Por consiguiente el examinador no puede distinguir los detalles de los patrones de movimiento de cada ciclo vibratorio3.

Esta es la razón por la cual no se utiliza para el diagnóstico de hiatus (funcional) el espejo de García o la nasofibroscopia (sin luz estroboscópica), porque ambos estudios no llegarían a captar utilizando el ojo humano el número de vibraciones por segundo de las cuerdas vocales, es decir, las fases de apertura y cierre de las mismas al fonar.

Esta dificultad perceptiva la resuelve el estroboscopio al proporcionar una fuente de luz parpadeante en la exploración de los patrones de fonación3.

Los abundantes diagnósticos de “hiatus” en disfonías funcionales se deben al uso del espejo laríngeo y la nasofibroscopía1.

El trabajo vocal estará encaminado a recuperar la competencia de la coordinación entre la voz y el aire, equilibrándose de este modo las fases de cierre-apertura cordal, vibración que solo es visible como hemos dicho anteriormente mediante la videoestroboscopia laríngea, el método diagnóstico ideal en estos casos y que garantizará un correcto abordaje vocal posterior.

Es importante entonces la comprensión de que el hiatus más que una patología es una imagen laríngea característica de disfonía funcional en la que lo más importante es evaluar el grado de hiperfunción o hipofunción (Farías, 2007).


TIPOS DE CIERRE GLÓTICO


La imagen corresponde a la Figura 12. Patrón de cierre glótico. REVISTA DE OTORRINOLARINGOLOGÍA Y CIRUGÍA DE CABEZA Y CUELLO. Citada en bibliografía.

En la figura expuesta se pueden observar 7 tipos de cierre glótico. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, las imágenes laríngeas corresponden a:

  • CIERRE GLÓTICO COMPLETO
  • HIATUS POSTERIOR (Abertura posterior)
  • HIATUS ANTERIOR (Abertura anterior)
  • HIATUS ANTEROPOSTERIOR (Abertura anterior y posterior)
  • ABERTURA IRREGULAR
  • HIATUS LONGITUDINAL (Arqueamiento)
  • HIATUS TRIANGULAR (Incompleto)


Las imágenes se relacionan con distintos diagnósticos (patologías) como veremos a continuación:

CIERRE GLÓTICO COMPLETO (normal):

Las cuerdas vocales contactan a lo largo de toda su longitud, siendo un cierre glotal suficiente.

HIATUS POSTERIOR:

Cierre cordal incompleto de la parte posterior asociado habitualmente a uso muscular inadecuado. (Disfonía músculotensional).

HIATUS ANTERIOR:

Obedece a un defecto estructural que ocasiona la falta de cierre glotal anterior, por ejemplo, cicatrices de cuerdas vocales, sulcus, etc.

HIATUS ANTEROPOSTERIOR:

El hiatus anterior y posterior o en reloj de arena, se debe a lesiones de masa que ocupan espacio y dificultan el cierre cordal, por ejemplo, los nódulos bilaterales.

ABERTURA IRREGULAR:

Asociada a bordes irregulares, cicatrices, lesiones de las cuerdas vocales y postquirúrgicos.

HIATUS LONGITUDINAL:

Este hiatus en forma de ojal se corresponde con alteración estructural de la cuerda vocal como en los diagnósticos de sulcus bilateral, parálisis cordal, lesión neurológica, uso muscular inadecuado o envejecimiento (presbifonía).

HIATUS TRIANGULAR O GLOTIS EN ABDUCCIÓN:

Se puede ver en disfonías psicógenas, en cuadros neurológicos, como miastenia gravis, y en voz susurrada. El cierre incompleto en toda la longitud de los bordes de las cuerdas vocales se observa en casos de afonías por conversión psicógena o parálisis.


A través de la Figura 12. Patrón de cierre glótico, hemos visto siete tipos de cierre glótico y las diferencias que existen entre ciertos hiatus reales o cierres glóticos insuficientes de causa orgánica y el HIATUS FUNCIONAL definido por su propio nombre que responde favorablemente al entrenamiento vocal efectuado por el o la logopeda.

Estas imágenes laríngeas con diferentes tipos de cierre cordal están generadas por causas orgánicas (congénitas o adquiridas) y funcionales (uso muscular inadecuado) que van a producir una fonación característica que dependerá de la etiología del hiatus, es decir, según haya o no lesión cordal.

En estos casos al no realizarse adecuadamente el cierre glótico (es insuficiente) la fonación resultante podrá ser soplada, aireada, con intensidad disminuida, sin proyección y manifestarse alteraciones en la coordinación fonorrespiratoria (aire-voz).

Estos síntomas vocales se presentarán en el paciente de forma continua o intermitente, variaciones que estarán condicionadas a cada tipo de lesión y que van a requerir tratamientos diferenciados.

Por lo antes dicho, considerar el Hiatus Longitudinal como un diagnóstico de disfonía funcional sería incurrir en un error de concepto que llevaría a un posterior abordaje vocal inapropiado.


PATRÓN DE CIERRE DE CUERDAS VOCALES:

Para terminar, una breve descripción del patrón de cierre de cuerdas vocales (vibración de mucosa y músculo) con el objetivo de comprender su normal producción.

El patrón de cierre de las cuerdas vocales depende de la presión subglótica y de la condición mucosa y muscular de la cuerda vocal (Hammamberg, 2000; citado en Farías, 2007).

El ciclo vibratorio está formado por una fase abierta (acústicamente pasiva), durante la cual el epitelio se separa por la acción del aire, y una fase cerrada de menor duración (acústicamente activa), en la que las cuerdas vocales se aproximan.

La duración de fase cerrada puede disminuir en casos que limiten el cierre, como la disminución del tono muscular o parálisis y puede aumentar en casos de hiperfunción valvular, es decir, en disfonías por tensión muscular, entre otras causas (Farías, 2007).


CONCLUSIONES:

En el presente artículo se ha realizado una clasificación de las disfonías considerando el factor etiológico en tres categorías: Disfonías Funcionales, Orgánicas y Mixtas llamadas también Orgánicofuncionales.

Se han citado y descripto diferentes tipos de cierre glótico (con y sin lesión cordal), con el fin de profundizar sobre el tema del hiatus en fonación ya que son diagnósticos habituales en la práctica logopédica.

Asimismo, se realizó un análisis del hiatus cordal de causa funcional, por ser el diagnóstico más común dentro de las disfonías funcionales1.

Las disfonías funcionales son el área de competencia del logopeda donde existen más posibilidades de actuación a través de la terapia vocal sobre las causas de la disfonía, intervención con alto índice de eficacia.

Una disfonía funcional es la manifestación individual de un uso muscular inapropiado de la función vocal, es decir, el paciente presenta una disfunción en su voz por mal uso o abuso vocal.

El hiatus (disfonía funcional) está relacionado con una desviación de la conducta vocal normal, alteración generada por un tono muscular aumentado o disminuido de la laringe: hipertonía o hipotonía de las estructuras laríngeas.

Comprender que las disfonías funcionales dependen del comportamiento vocal del paciente nos remite al concepto de que la voz es un comportamiento adquirido, como otro cualquiera, y por tanto sujeto a nuevas reglas de aprendizaje2.

Los trastornos de laringe producidos por un mecanismo inapropiado de la función vocal pueden prevenirse y un gran número de casos revertirse con una adecuada técnica vocal y respiratoria llevada a cabo por un profesional de la Logopedia.

La educación vocal realizada de forma precoz o preventiva, evitará que se desarrolle una lesión laríngea permanente que obligue a la persona a someterse a un tratamiento médico, quirúrgico y/o de rehabilitación de la voz.


GLOSARIO DE TÉRMINOS:

ESTROBOSCOPIO: Instrumento óptico que se utiliza para estudiar las fases de movimiento de las cuerdas vocales por medio de una luz, la cual es periódicamente interrumpida o pulsada.

LEY DE TALBOT: Cuando el ojo humano es estimulado con una imagen, ésta tarda 0,2 segundos en llegar a la retina. Este fenómeno se llama persistencia de la visión. Debido a esto, el ojo no puede percibir más de 5 imágenes distintas por segundo.


Artículo publicado el 26 de agosto de 2012, revisado y actualizado por la autora en julio de 2024.


BIBLIOGRAFÍA:

  1. Farías, P. Ejercicios que restauran la función vocal. Observaciones clínicas. Editorial Akadia. Buenos Aires, Argentina. 1ª Edición 2007.
  2. Behlau, M. Rehabilitación Vocal. En: García Tapia R., Cobeta Marco I.: Diagnóstico y Tratamiento de los trastornos de la voz. Ed. Garsi, Madrid, España. 1996.
  3. B Brunetto M, R Nazar S. Rev otorrinolaringol cir cab-cuello. 2002; 62: 183-190. Estroboscopia y su aplicación clínica. Disponible en: https://www.sochiorl.cl/uploads/14(21).pdf