INTRODUCCIÓN:
Para
comprender el concepto de disfonía es necesario reconocer previamente las
características de la voz eufónica o voz normal.
Una
voz eufónica es aquella que posee equilibrio en sus componentes, es decir,
una altura tonal (frecuencia) que se corresponda a la edad y sexo de la
persona, una intensidad apropiada que se escuche sin llamar la atención y un
timbre que sea agradable auditivamente.
Por el contrario, en una voz disfónica o anormal se observará
un desequilibrio en sus componentes, por ejemplo, una intensidad muy baja,
una frecuencia inapropiada para la edad del hablante, un timbre desagradable
desde el punto de vista auditivo, etc.
La disfonía se puede
definir como la manifestación subjetiva de un trastorno momentáneo o duradero
de la función vocal, constituida por un
conjunto de signos y síntomas de alteración en la voz que impiden su producción
en forma natural.
La
disfonía que SIEMPRE es un síntoma de alteración
laríngea, en la mayoría de los casos se adquiere con el tiempo y como
consecuencia de un uso vocal inadecuado
o abusivo, situación que se puede revertir si el sujeto modifica sus hábitos fonatorios mediante una
oportuna intervención logopédica.
CLASIFICACIÓN
DE LAS DISFONÍAS:
Unificar criterios nos
permite a los profesionales vinculados al campo de la voz comunicarnos con
códigos comunes, lo que a su vez redundará en el beneficio de los pacientes,
por el desarrollo y evolución de las técnicas terapéuticas a implementarse1.
Las disfonías pueden ser clasificadas
de acuerdo al factor etiológico en tres categorías: disfonías funcionales,
orgánicas y mixtas1 o también llamadas disfonías organicofuncionales2.
DISFONÍAS
FUNCIONALES:
Son las disfonías que no presentan alteración visible en cuerdas
vocales durante el examen laringoscópico.
Las disfonías funcionales están
generadas por el uso incorrecto de la voz y/o el abuso de la
misma. Los trastornos más asiduos en la clínica logopédica son el hiatus, la fonastenia, la fonación de
bandas (disfonía ventricular), la disfonía psicógena y los trastornos
mutacionales.
De este grupo se abordará
en el presente artículo el hiatus cordal
por ser una de las disfonías más frecuentes en la consulta de terapia de voz.
DISFONÍAS
ORGÁNICAS:
Son
las disfonías producidas por una lesión en cuerdas vocales (congénitas o
adquiridas) por lo tanto, no están relacionadas con el uso de la voz.
Las disfonías orgánicas más
habituales en la consulta de logopedia son: el surco cordal (sulcus), la parálisis recurrencial (unilateral o
bilateral), la disfonía espasmódica (distonía laríngea) y las laringectomías
parciales y totales.
DISFONÍAS
MIXTAS:
Son aquellas disfonías que comienzan siendo funcionales y a través del
tiempo se favorece la aparición de lesiones, debido a la continuidad del
mal uso o abuso de la voz.
Las causas más frecuentes pueden
ser un diagnóstico (ORL) tardío o desacertado y la ausencia de un tratamiento
rehabilitador (Logopedia).
Entre las disfonías mixtas u orgánicofuncionales más
comunes en la clínica diaria se encuentran los
edemas cordales, nódulos y esbozos nodulares, pólipos, granulomas de contacto y
los pseudoquistes (quistes adquiridos de retención o inclusión).
HIATUS
CORDAL:
Dentro
de las disfonías funcionales, el hiatus de cuerdas vocales es un diagnóstico
habitual en la consulta de voz.
El concepto general de
hiatus se refiere a una separación entre las cuerdas vocales o cierre glótico insuficiente durante la
fonación.
Este déficit de coaptación
de las cuerdas vocales obedece a
múltiples factores causales los que determinarán diversos tipos de cierre
glótico, como veremos más adelante.
El
hiatus de origen funcional (sin lesión cordal) se produce por una incoordinación
entre el aire y la voz, situación que altera el normal mecanismo de cierre y
apertura de las cuerdas vocales en fonación por lo que el hiatus observado no
tiene que ver con cuerdas vocales que no se cierran1.
Estas modificaciones del
patrón vibratorio cordal en el cual las
fases de cierre serían relativamente más cortas, incidirán directamente en
el sonido alterándose en consecuencia la emisión de la voz.
Coincido con Farías (2007)
que es muy importante que el paciente no
crea que hay algo que cerrar ya que en muchos casos esta falsa creencia se
trasforma en una obsesión que puede inducir a emisiones forzadas.
Por este motivo, será
esencial que todo consultante con diagnóstico de disfonía funcional por hiatus,
reciba una explicación sobre el funcionamiento de la laringe y la Ley de
Talbot, para así entender y comparar las 5 imágenes por segundo que puede
percibir el ojo humano versus el número de vibraciones por segundo de las
cuerdas vocales: alrededor de 100-1000
vibraciones/seg. Por consiguiente el examinador no puede distinguir los
detalles de los patrones de movimiento de cada ciclo vibratorio3.
Esta es la razón por la
cual no se utiliza para el diagnóstico de hiatus (funcional) el espejo de García o la nasofibroscopia (sin
luz estroboscópica), porque ambos
estudios no llegarían a captar utilizando el ojo humano el número de vibraciones
por segundo de las cuerdas vocales, es decir, las fases de apertura y
cierre de las mismas al fonar.
Esta
dificultad perceptiva la resuelve el estroboscopio al
proporcionar una fuente de luz parpadeante en la exploración de los patrones de
fonación3.
Los abundantes diagnósticos
de “hiatus” en disfonías funcionales se deben al uso del espejo laríngeo y la nasofibroscopía1.
El trabajo vocal estará
encaminado a recuperar la competencia de
la coordinación entre la voz y el aire, equilibrándose de este modo las
fases de cierre-apertura cordal, vibración que solo es visible como hemos dicho
anteriormente mediante la videoestroboscopia
laríngea, el método diagnóstico ideal en estos casos y que garantizará un correcto abordaje vocal
posterior.
Es importante entonces la
comprensión de que el hiatus más que una patología es una imagen laríngea característica de disfonía funcional en la
que lo más importante es evaluar el grado de hiperfunción o hipofunción (Farías,
2007).
TIPOS
DE CIERRE GLÓTICO |
La imagen corresponde a la Figura 12. Patrón de cierre glótico. REVISTA DE OTORRINOLARINGOLOGÍA Y CIRUGÍA DE CABEZA Y CUELLO. Citada en bibliografía.
En
la figura expuesta se pueden observar 7 tipos de cierre glótico. De izquierda
a derecha y de arriba hacia abajo, las imágenes laríngeas corresponden a:
- CIERRE GLÓTICO COMPLETO
- HIATUS POSTERIOR (Abertura posterior)
- HIATUS ANTERIOR (Abertura anterior)
- HIATUS ANTEROPOSTERIOR (Abertura anterior y posterior)
- ABERTURA IRREGULAR
- HIATUS LONGITUDINAL (Arqueamiento)
- HIATUS TRIANGULAR (Incompleto)
Las
imágenes se relacionan con distintos diagnósticos (patologías) como veremos a
continuación:
CIERRE
GLÓTICO COMPLETO (normal):
Las cuerdas vocales
contactan a lo largo de toda su longitud, siendo un cierre glotal suficiente.
HIATUS
POSTERIOR:
Cierre cordal incompleto de
la parte posterior asociado habitualmente a uso muscular inadecuado. (Disfonía
músculotensional).
HIATUS
ANTERIOR:
Obedece a un defecto
estructural que ocasiona la falta de cierre glotal anterior, por ejemplo,
cicatrices de cuerdas vocales, sulcus, etc.
HIATUS
ANTEROPOSTERIOR:
El hiatus anterior y
posterior o en reloj de arena, se debe a lesiones de masa que ocupan espacio y
dificultan el cierre cordal, por ejemplo, los nódulos bilaterales.
ABERTURA
IRREGULAR:
Asociada a bordes
irregulares, cicatrices, lesiones de las cuerdas vocales y postquirúrgicos.
HIATUS
LONGITUDINAL:
Este hiatus en forma de
ojal se corresponde con alteración estructural de la cuerda vocal como en los
diagnósticos de sulcus bilateral, parálisis cordal, lesión neurológica, uso
muscular inadecuado o envejecimiento (presbifonía).
HIATUS
TRIANGULAR O GLOTIS EN ABDUCCIÓN:
Se puede ver en disfonías
psicógenas, en cuadros neurológicos, como miastenia gravis, y en voz susurrada.
El cierre incompleto en toda la longitud de los bordes de las cuerdas vocales
se observa en casos de afonías por conversión psicógena o parálisis.
A través de la Figura 12. Patrón de cierre glótico, hemos
visto siete tipos de cierre glótico y
las diferencias que existen entre ciertos
hiatus reales o cierres glóticos insuficientes de causa orgánica y el HIATUS
FUNCIONAL definido por su propio nombre que responde favorablemente al entrenamiento vocal efectuado por el o la
logopeda.
Estas imágenes laríngeas
con diferentes tipos de cierre cordal
están generadas por causas orgánicas
(congénitas o adquiridas) y funcionales
(uso muscular inadecuado) que van a producir una fonación característica que
dependerá de la etiología del hiatus,
es decir, según haya o no lesión cordal.
En estos casos al no
realizarse adecuadamente el cierre glótico (es insuficiente) la fonación
resultante podrá ser soplada, aireada,
con intensidad disminuida, sin proyección y manifestarse alteraciones en la
coordinación fonorrespiratoria (aire-voz).
Estos síntomas vocales se
presentarán en el paciente de forma continua
o intermitente, variaciones que estarán condicionadas a cada tipo de lesión
y que van a requerir tratamientos diferenciados.
Por lo antes dicho, considerar el Hiatus Longitudinal como un
diagnóstico de disfonía funcional sería incurrir en un error de concepto que
llevaría a un posterior abordaje vocal inapropiado.
PATRÓN
DE CIERRE DE CUERDAS VOCALES:
Para terminar, una breve
descripción del patrón de cierre de
cuerdas vocales (vibración de mucosa y músculo) con el objetivo de comprender su normal producción.
El patrón de cierre de las cuerdas
vocales depende de la presión subglótica y de la condición mucosa y muscular de
la cuerda vocal (Hammamberg, 2000; citado en Farías, 2007).
El
ciclo vibratorio está formado por una fase abierta
(acústicamente pasiva), durante la cual el epitelio se separa por la acción del
aire, y una fase cerrada de menor
duración (acústicamente activa), en
la que las cuerdas vocales se aproximan.
La
duración de fase cerrada puede disminuir en casos que limiten el cierre, como la
disminución del tono muscular o parálisis y
puede aumentar en casos de
hiperfunción valvular, es decir, en disfonías por tensión muscular, entre
otras causas (Farías, 2007).
CONCLUSIONES:
En el presente artículo se
ha realizado una clasificación de las
disfonías considerando el factor etiológico en tres categorías: Disfonías Funcionales, Orgánicas y Mixtas llamadas
también Orgánicofuncionales.
Se han citado y descripto diferentes tipos de cierre glótico (con
y sin lesión cordal), con el fin de profundizar sobre el tema del hiatus en fonación ya que son
diagnósticos habituales en la práctica logopédica.
Asimismo, se realizó un
análisis del hiatus cordal de causa
funcional, por ser el diagnóstico más
común dentro de las disfonías funcionales1.
Las
disfonías funcionales son el área de competencia del logopeda donde existen más
posibilidades de actuación a través de la terapia vocal sobre las causas de la
disfonía, intervención con alto índice de eficacia.
Una disfonía funcional es
la manifestación individual de un uso
muscular inapropiado de la función vocal, es decir, el paciente presenta una
disfunción en su voz por mal uso o abuso
vocal.
El
hiatus (disfonía funcional) está
relacionado con una desviación de la conducta vocal normal, alteración
generada por un tono muscular aumentado
o disminuido de la laringe: hipertonía
o hipotonía de las estructuras laríngeas.
Comprender
que las disfonías funcionales dependen del comportamiento vocal del paciente
nos remite al concepto de que la voz es un comportamiento adquirido, como otro
cualquiera, y por tanto sujeto a nuevas reglas de aprendizaje2.
Los trastornos de laringe
producidos por un mecanismo inapropiado de la función vocal pueden prevenirse y un gran número de casos
revertirse con una adecuada técnica vocal y respiratoria llevada a cabo por un
profesional de la Logopedia.
La
educación vocal realizada de forma precoz o preventiva, evitará que
se desarrolle una lesión laríngea permanente que obligue a la persona a
someterse a un tratamiento médico,
quirúrgico y/o de rehabilitación de la voz.
GLOSARIO
DE TÉRMINOS:
ESTROBOSCOPIO: Instrumento
óptico que se utiliza para estudiar las fases de movimiento de las cuerdas
vocales por medio de una luz, la cual es periódicamente interrumpida o pulsada.
LEY DE TALBOT: Cuando el ojo humano es estimulado con una imagen, ésta tarda 0,2 segundos en llegar a la retina. Este fenómeno se llama persistencia de la visión. Debido a esto, el ojo no puede percibir más de 5 imágenes distintas por segundo.
BIBLIOGRAFÍA:
- Farías, P. Ejercicios que restauran la función vocal. Observaciones clínicas. Editorial Akadia. Buenos Aires, Argentina. 1ª Edición 2007.
- Behlau, M. Rehabilitación Vocal. En: García Tapia R., Cobeta Marco I.: Diagnóstico y Tratamiento de los trastornos de la voz. Ed. Garsi, Madrid, España. 1996.
- B Brunetto M, R Nazar S. Rev
otorrinolaringol cir cab-cuello. 2002; 62: 183-190. Estroboscopia y su aplicación clínica. Disponible en: https://www.sochiorl.cl/uploads/14(21).pdf